Con sede en Barcelona, Vorja Sánchez juega con la naturaleza y la fantasía creando criaturas a medio camino entre animales y oscuros demonios integradas en bellos entornos.
Y aunque así dicho cueste creerlo, el resultado es de un arte y una belleza extremos. Desde la pluma o el bolígrafo a la acuarela o la pintura en aerosol, al artista le divierte emplear diferentes técnicas y va saltando de la una a la otra, permitiendo que incluso la propia técnica cambie el concepto de la imagen en pleno proceso.
De la misma forma conjuga las disciplinas y diferentes materiales para elaborar unas trabajadas obras, inspiradas en acontecimientos de su vida cotidiana y en las reflexiones que le vienen a la cabeza mientras camina por el bosque.
Las caprichosas formas de la naturaleza son la fuente de inspiración a la que siempre volver y la base a transformar a través de un maravilloso y surrealista imaginario propio como él mismo explica: "Como norma general, trato de estar alerta de aquellas formas, generalmente de constitución orgánica, que encuentro en el día a día. Suelo hacer en el cuaderno un apunte rápido de la estructura básica, o de cómo se conectan los distintos elementos que comparten o habitan un mismo espacio. Más tarde, lo desarrollo en el estudio".
"Es divertido jugar a otorgar una apariencia a fauna y flora que a priori (racionalmente) no debería tener. La naturaleza, al ser ubicua, permite que puedas empatizar con una criatura aunque nunca la hayas visto antes. Puedes crear un ser con una apariencia nueva, pero si sigues las pautas que observas en los elementos naturales, resultará familiar, cercano. Ese es el punto que intento conseguir con mi trabajo", continúa Sánchez.
En especial le atraen las conexiones que se establecen entre objetos inertes con animales o personas que los rodean o habitan en un continuo intento de armonizar el caos u organizar el desorden. Es el caso de su última serie de intervenciones, en la que mezcla fotografía y dibujo.
"Habitualmente hago la foto ya teniendo en cuenta las criaturas que aparecerán en ella. A veces está clarísimo, otras pueden ir cambiando. La niebla me da muchísimo juego; con ponerle un par de ojos ya es un monstruíto adorable. Precisamente acabo de hacer una carpeta de "Destacados" en mi biografía de Instagram, donde voy a ir compartiendo el proceso, paso a paso, de cada una de las intervenciones", nos cuenta este ilustrador, muralista y pintor.
En cuanto a sus referentes, es enorme la influencia de El Bosco del que destaca "su increíble capacidad para crear todo tipo de formas inconexas que conviven en una perfecta armonía", pero también Lucian Freud, David Hockney y la mayoría de los pintores, escultores y fotógrafos del surrealismo.
Ha dibujado y pintado desde siempre, "pero después de una jornada de 8 horas, apenas me quedaba margen para seguir progresando en el terreno creativo. Aún así, acababa rascando un par de horas al día.. o a la noche".
Así que se arriesgó a dejar un trabajo estable para dedicar unas 8 o 10 horas diarias a su faceta más artística. Aún así se le siguen quedando cortas, "es un camino más lento, pero entiendo que más libre. Mi trabajo evoluciona constantemente... o eso intento! El día que deje de hacerlo, estoy seguro de que cambiaré de oficio", nos confiesa el artista que nos invita a pasear por un mundo llamado fantasía.