Todas las personas que amamos el arte en general y la pintura en particular, hemos soñado en alguna ocasión con perdernos por unas de las calles que pintó Van Gogh o sumirnos en nuestros pensamientos en algún escenario de los que ideó Hopper.
La mayoría de los artistas se inspiran en la realidad para dar vida a sus obras, pero ¿y si hubiera una artista que invirtiera la fórmula?
Esa artista es Yulia Pidlubnyak que, gracias a las posibilidades que ofrecen los softwares digitales y de 3D, convierte en realidad algunos de los escenarios más populares e icónicos de nuestra historia del arte.
La artista que hace que los óleos de repente tomen la forma de la madera, los cementos, las telas o las piedras reales, habla así de su proceso creativo:
“Inspirada por pinturas icónicas, las volví a imaginar en el mundo 3D, centrándome en las formas arquitectónicas, las texturas y la luz. Dejé a la gente fuera de estas pinturas para mostrar lo que hay más allá, que al principio pasa desapercibido para nuestros ojos".
Al eliminar a las personas de sus creaciones, Yulia hace que pinturas como las de Edward Hopper luzcan de manera diferente, pero es tan fiel en la recreacion, los colores y la luz de los escenarios que materializa, que consigue que sigan siendo perfectamante reconocibles.
Realizar una de estas imágenes lleva entre diez y veinte horas. La complejidad de la arquitectura y los detalles agregan tiempo al modelado. Por ejemplo, Paris Street; Rainy Day de Gustave Caillebote fue el modelo que llevó más tiempo porque es la que más construcciones presenta.
La artista confiesa que el bloqueo creativo ocurre con bastante frecuencia y que crear una imagen puede volverse muy frustrante porque puede que no resulte ser como la imagina en su cabeza. Para resolverlo, a menudo mira bocetos de trabajo de cualquier artista famoso para no olvidar que todo el mundo empieza por algún lado.
Viendo el trabajo de Pidlubnyak, de lo que nos entran ganas ahora es de sumergirnos en sus recreaciones.
Yulia Pidlubnyak: Web
h/t: Design You Trust