Si hay un rastro de losetas célebres en nuestro imaginario, ese es el camino de baldosas amarillas que dirige a Dorothy y su fiel compañero Toto hasta el maravilloso mundo de Oz.
Lyman Frank Baum el creador de El mago de Oz escribe en su prólogo que el libro “aspira a ser un cuento de hadas moderno, en el que se mantienen la alegría y la fantasía y se suprimen las penas y las pesadillas”.
Ememem es una artista callejero que, al igual que Baum, busca mantener la fantasía en aquellos lugares urbanos que, por una razón u otra, han sufrido algún tipo de desperfecto. Su técnica a la que él mismo ha bautizado como flacking -derivado de la palabra francesa flaque que significa charco- se encarga de reparar las fracturas de las aceras, muros o carreteras rellenando cada agujero con coloridos mosaicos.
Usando materiales como cerámica, madera y betún, llena todo, desde pequeñas grietas hasta enormes cráteres en el pavimento con sus artísticas tiritas, su incansable y fantástica labor le ha hecho merecedor del título de “cirujano del pavimento”.
El artista realiza sus intevenciones cobijado siempre por el silencio y la oscuridad de la noche, lo que además le permite permanecer en el anonimato.
Su trabajo es ahora un símbolo característico de las calles adoquinadas y aceras agrietadas de Lyon -su ciudad natal-, pero su vibrante arte en mosaico también se puede encontrar caminando por ciudades de toda Europa, incluidas París, Madrid, Barcelona y Milán.
"Solo soy un poeta de acera, un hijo de betún. Mi obra es la historia de la ciudad, donde se han desplazado los adoquines; un camión del mercado de verduras destrozó un tramo de asfalto. Cada uno se convierte en un flack", declara el artista.