Si en esta vida es sumamente complicado darse valor sin ponerse un precio, es toda una peripecia revalorizarse unas cuantas veces.
Quizás el secreto esté en dar con la mezcla equilibrada entre tener talento y generar controversia reinventando las reglas establecidas, y de eso sabe mucho el enigmático y polémico artista Banksy.
En 2018, el creativo llevó a cabo una de sus ideas más brillantes y polémicas, dejó con la boca abierta a todos aquellos que tenían la suerte de contemplar una de sus obras, en concreto 'Girl With Ballon', esa icónica ilustración que apareció por primera vez en 2006 en una pared de Great Eastern Street, ubicada en el londinense barrio de Shoreditch.
La pintura, por la que se estaba pujando en la subasta londinense de Sotheby's hasta que fue vendida por una cifra cercana a los 1,2 millones de euros, se autodestruyó justo en el momento en el que fue adjudicada a su comprador.
Los asistentes, que de repente escucharon una alarma, vieron como el dibujo comenzaba a deslizarse hacia abajo triturándose a medida que pasaba por el dorado marco ante la cara de sorpresa y de estupefacción de todos los presentes. En una publicación de Banksy en Instagram, podía verse como el artista construía el marco trituradora.
La casa de subastas negoció con el comprador anónimo porque no tenía claro si la pintura fue destruida o transformada, y, por lo tanto, quisieron averiguar si su valor fue disminuido o aumentado tras la performance y la expectación generada.
La obra, que fue rebautizada como 'Love is in the Bin' (algo así como 'El amor está en la papelera'), ha sido revendida en una nueva subasta organizada por Sotheby´s por la suma de 21 millones de euros a otro comprador privado.
Se estimaba que podría revenderse por unos 5 millones de euros, pero Banksy ha vuelto a superar las expectativas dejando claro que no hay mayor arte que tener una idea brillante y saber venderla, y, en este caso, revenderla.
En este vídeo podéis ver el momento en el que la obra se autodestruyó en 2018.
Banksy: Instagram