Takahiro Iwasaki esculpe paisajes en miniatura con materiales inusuales.
Toallas de baño, cinta aislante, cepillos de dientes y cabello humano se transforman de algo vulgar a algo extraordinario.
Basándose en la historia industrial de Japón, Iwasaki recrea fábricas, norias y torres de radio que representan una instantánea de épocas pasadas.
Lejos de ser monumentos glamurosos, las esculturas de Iwasaki son mas bien melancólicas, nos recuerdan el tardío trauma de la guerra y los más recientes desastres naturales de Japón, que han creado un gran impacto psicológico en el público contemporáneo.