Acercarse a la infancia puede ser un alucinante viaje al interior de uno mismo. Recuerdos y nostalgia hacen tambalear nuestra integridad emocional. Os invitamos a una experiencia visual a través de la fotografía y de los sueños.
Recuperando procesos fotográficos que se empleaban en el siglo XIX, la fotógrafa española Jacqueline Roberts refleja de manera fascinante el momento único y efímero que marca la transición entre la niñez y la adolescencia.
Su magnífica obra Nebula es una colección de retratos que atrapan esa vaporosa realidad del cambio psicológico y emocional en la juventud.
Jacqueline es autodidacta y trabaja con distintos medios fotográficos tanto digitales como analógicos, así como con técnicas fotográficas del siglo XIX, colodión húmedo y ambrotipos. Actualmente prepara la monografía Kindred Spirits (Almas gemelas).
A través de las imágenes de su serie Kindred Spirits, hace un alegato visual que celebra la infancia y, por extensión, la vida. La fotógrafa se encuentra en un momento en el que observa cómo sus hijos maduran mientras que sus padres envejecen. Dos opuestos que recuerdan el inexorable paso del tiempo y la fugacidad de la vida. Con grandes dosis de nostalgia, crea un álbum familiar, una maleta para la futura memoria de sus hijos que les ayudará a entender y apreciar el transcurso del tiempo, un hecho que para ella es muy presente.
"Miramos el mundo una sola vez, en la infancia. El resto es memoria."
–Louise Glück