La ofensiva de Putin ha terminado con la rutina de los ucranianos, trastocando un ritmo de vida en una ciudad que todos podríamos reconocer como la nuestra.
Vagar por las calles, disfrutar del sol, una jornada laboral en una fábrica, un paseo en barca, un picnic… lo hermoso de lo cotidiano se ha esfumado en Ucrania, un país asediado por la guerra de Putin que, en estos momentos, lucha por resistir una invasión injustificada que está acabando con su gente, la misma que hace menos de un mes vivía una vida normal.
En Kiev, su capital, Juri Nesterov se encargó de fotografiar la aparente simplicidad de la rutina con su cámara durante dos décadas, entre 2001 y 2021. Quién se iba a imaginar que, tan solo un año después, las instantáneas de este ingeniero nacido en 1954 serían uno de los mejores ejemplos de lo que significa “la normalidad”.
“Aunque me gradué como ingeniero mecánico en 1976, siempre he tenido una pasión por la fotografía y las artes y, tras un breve periodo en ingeniería, me hice fotógrafo profesional a tiempo completo”, comenta el propio Juri a Flashbak.
Armado con su cámara de fotos, Nesterov recorrió durante 20 años las calles de su ciudad natal, una urbe llena de vida en la que sus vecinos mantenían un ritmo de vida con el que cualquiera podemos sentirnos identificados.
Estas imágenes nos muestran a Kiev como cualquiera de nuestras regiones, hasta que la ofensiva de Putin llegó a sus calles y la rutina quedó rota por la guerra, la crueldad, los bombardeos, el tránsito de futuros refugiados que intentan huir de una zona ahora hostil, los escombros, el sonido constante de las alarmas antiaéreas, el miedo a permanecer en lo que antes era su hogar.
A las preguntas que el ucraniano recibe sobre dónde, cuándo y con qué cámara fueron tomadas sus fotografías, Nesterov es claro: “En el mundo de la gente, con sus pensamientos, sus decepciones y sus esperanzas”.