En muchas ocasiones, es increíble la belleza que hay en las similitudes que existen entre las formas que encontramos en la naturaleza y las formas que pueden adoptar nuestros cuerpos y nuestras anatomías.
Las bailarinas con sus esbeltos cuellos como tallos, sus fibrosos brazos como ramas, sus esculpidas piernas como estambres o los volúmenes de las gasas de sus vestidos como pétalos, pueden parecer flores ¿o son las flores las que parecen bailarinas?
La artista y fotógrafa rusa Yulia Artemyeva, en sus delicada serie de fotografías en blanco y negro "Bailarinas y flores", muestra una comparativa entre estos seres frágiles, gráciles y hermosos.
Artemyeva nació en Nizhny Novgorod (Rusia) en 1983 y, entre sus logros porfesionales, destaca que en 2015, recibió el título de Excelencia Artista de FIAP (EFIAP) de la Federación Internacional de Arte Fotográfico (FIAP, Francia).
Esta colección de bellas capturas se inspiran en la naturaleza y sus formas florales, en la conexión que tenemos con el planeta, en las similitudes que guardamos sus criaturas y en la tradición del ballet ruso.
El famoso "Ballet ruso" nació a principios del SXX de la mano de Serguéi Diághilev, del que se cuenta que no tenía virtudes ni como compositor, ni como coreógrafo, ni como pintor pero que, sin embargo, tenía don para descubrir la pasión por el arte y el talento ahí donde lo veía.
Inspirándose en la figura de Diághilev, Yulia plasma los movimientos de las bailarinas adoptando las formas de las flores y, las reune en esta galería de mágicas capturas llenas de arte, talento y belleza, esos componentes que dieron lugar al ballet ruso, esos componentes que nos inspiran las flores.
Yulia Artemyeva: Web