Con la década de los 20, llegó una época sin precedentes de libertades redescubiertas, así como una nueva especie de fotógrafos artísticos.
Albert Arthur Allen era un fotógrafo de San Francisco Bay Area que trabajaba fuera de los límites de la comunidad artística al especializarse en estudios en los que mostraba desnudos frontales. Sus imágenes de mujeres, representantes del kitsch, son más conocidas que su nombre, y a menudo aparecieron en carteles y postales...
Allen nació en una familia adinerada de Nueva Inglaterra en mayo de 1886 y se educó en Boston. A los veintiún años viajó a California y pasó varios años estudiando arte.
En 1916 abrió Allen Art Studios en Oakland, California, donde pasó un tiempo tratando de perfeccionar sus técnicas fotográficas. Más tarde, el estudio se conoció como el Instituto Allen de Bellas Artes y Artes Aplicadas, antes de que un incendio lo arrasara hasta los cimientos en 1925. Allen lo reconstruyó al año siguiente y cambió el nombre nuevamente a Classic Motion Picture Corporation, que duró solo dos años más. Allen tuvo que declararse en bancarrota.
Un accidente de motocicleta en 1923 dejó a Allen discapacitado permanentemente, pero siguió trabajando. Se convirtió en fotógrafo de la Fundación Elysium, una organización naturista, antes de caer gradualmente en la oscuridad. Murió en 1962 pero su primera exposición comercial no fue hasta diecisiete años después.
"Mientras que la mujer media norteamericana de los 20 se ajustaba a las nuevas libertades que se le permitían y se aclimataba a las modas que dejaban ver más partes del cuerpo, como las faldas más cortas y los escotes más bajos, las mujeres de Allen posaban completamente desnudas. Se revelan de forma audaz, afrontando la fija mirada masculina con una excitante franqueza. Sin embargo, los desnudos despertaron sentimientos violentos en Norteamérica y el compromiso de Allen con su arte hizo que acabara arruinado económica y profesionalmente al ser perseguido como pornógrafo, acusado de enviar materiales obscenos por correo. A pesar de la persecución que sufrió, Allen siguió manteniendo su heroica postura y pasó los últimos años de su vida promoviendo una organización nudista. En los años 30 el desnudo femenino se volvió aceptable.
Carlos Rouen Menard.
Por Jota Pego