Un viaje de tres años por toda la geografía nacional junto a Ariel Rot le han valido al fotógrafo Alfredo Tobía (Logroño 1976) para dar vida a esta ‘road movie’ sonora, un reflejo de cómo suena un país.
¿A qué suena un país? ¿Qué música le pone banda sonora a una nación? ¿Se puede capturar ese sonido, esa emoción compartida, en una imagen? Al menos, en España, sí. Tras un viaje de 3 años por toda la geografía patria, el fotógrafo Alberto Tobía, acompañado por el músico Ariel Rot, ha logrado reunir a las figuras que configuran el panorama sonoro del país en La mirada ambulante.
Con más de 80 retratos de los músicos españoles más reconocidos y laureados y textos de Ariel Rot, Gerard Quintana y el propio Tobía, La mirada ambulante no es solo un fotolibro, es una road movie sonora, una impronta del talento nacional y de nuestra historia, una huella de nuestra identidad materializada en una serie de instantáneas.
Todo surgió como suelen comenzar las mejores historias: de forma improvisada y atendiendo la llamada de un profundo anhelo nunca resuelto. Rot y Tobía cogieron su equipaje y se embarcaron en una aventura por toda la geografía española con el objetivo de “escuchar” a un país. Y, como buen viaje que se precie, no podía faltar su propio cuaderno de bitácora, cuyo autor ha sido el propio fotógrafo.
Con sus disparos, Tobía ha capturado durante estos tres años a músicos de diversos géneros y los ha retratado enmarcados en sus lugares de origen, devolviéndoles a sus raíces. Así, encontramos a Fito Cabrales bajo la grúa Carola en Bilbao, El Drogas en Puente de la Reina, Kiko Veneno en los arrozales de Coria del Río, Christina Rosenvinge en la Real Fábrica de Telares de Madrid, Love Of Lesbian en el Circo Raluly Legacy, Annie B Sweet en La Alhambra…
La mirada ambulante es un recorrido por la emotividad musical española, la identidad sonora de un país diverso y multicultural, una serie de fotografías que se asoman a un retrato sonoro de una nación orgullosa de sus raíces y de sus músicos.
Alfredo Tobía logra, disparo a disparo, captar la esencia de una aventura. “Un viaje se vive tres veces: cuando lo soñamos, cuando lo vivimos y cuando lo recordamos”. Ahora, podemos ver cómo suena España.
