No hay duda de que la belleza y la grandiosidad de la naturaleza son inconmesurables pero, paradójicamente, su colosal esencia puede ser capturada en una fotografía.
¿Cuántas veces hemos recurrido a la arrebatadora belleza de las estrellas para evadirnos de nuestra realidad y soñar con todo aquello que querríamos que algún día se cumpliera? Mirar hacia arriba puede suponer que no queramos volver a mirar hacia abajo.
Consciente del poder hipnótico que posee un cielo nocturno atravesado por la magia interestelar de la Vía Láctea, el fotógrafo Daniel Kordan, armado con su equipo, ha querido regalarnos unas instantáneas asombrosas que lucen eternas e infinitas.
Las salinas son conocidas por sus efectos visuales y la sensación que dan de ser de otro mundo, por ello Daniel Kordan hizo recientemente un viaje al Salar de Uyuni en Bolivia, que es el más grande del mundo, y en él fotografió la Vía Láctea reflejada en la llanura cubierta de minerales.
“No hay tantos lugares en el mundo donde puedas disfrutar de un cielo absolutamente oscuro. La contaminación lumínica está en las ciudades e incluso en los pueblos pequeños".
Los resultados del periplo de Kordan, son una asombrosa fusión de la Tierra y el cosmos en la que es difícil saber dónde comienzan y dónde terminan ambos entes.
Kordan planeó un viaje por carretera de un mes para observar las estrellas y tomar fotografías astronómicas, lo que fue más fácil en la teoría que en la práctica.
La gran elevación (4.000 a 5.000 metros sobre el nivel del mar) significaba que necesitaba al menos cinco días para aclimatarse al cambio. Kordan pasó las siguientes dos semanas en el Altiplano de Bolivia donde confiesa que es difícil moverse y respirar, pero que gracias a la planificación adecuada se mantuvo saludable.
Por la noche, no podía ver nada, solo podía sentir el coche caminando penosamente por el agua y la sal.
“Parecía que flotábamos en un espacio abierto. Nuestra nave espacial estaba estacionada en la distancia y las estrellas parpadeaban con colores azules, rojos y amarillos. ¡Estaba de pie en la noche profunda con estrellas sobre mí y debajo de mí!".
Kordan considera que el mundo entero es su hogar y actualmente se dirige a las islas Feroe y Groenlandia para impartir talleres fotográficos que muestran cómo capturar el majestuoso paisaje. Sería un sueño poder asistir a uno, quizás se lo pidamos a las estrellas.
Daniel Kordan: Web | Instagram
h/t: My Modern Met