Michael Shaimblun consigue en sus impresionantes fotografías de espacios naturales y paisajes, aquello que no conseguimos los demás; logra inmortalizar las atmósferas como si las estuviéramos respirando y viviendo.
Es muy difícil capturar el entorno y las composiciones tal y como las está experimentando, el ojo, la cabeza y el alma pero hay fotógrafos con un increíble manejo de la luz, los encuadres y las texturas.
Michael Shainblum es un fotógrafo de paisajes, timelapse y aéreo con sede en San Francisco (California). Ha trabajado profesionalmente como fotógrafo y cineasta durante 11 años desde los 16 años.
Se hizo un nombre por primera vez a través de su creatividad única y la capacidad de capturar escenas y momentos en su estilo distintivo de narración visual y surrealista.
Desde entonces, la dedicación a desafiar los límites de la creatividad, así como el talento para proponer ideas únicas, ha dado como resultado que este artista visual sea contratado por grandes clientes como Nike, Samsung, Facebook, LG, Apple y Google.
Su trabajo ha sido publicado por medios de comunicación como National Geographic, Wired Magazine y The Weather Channel.
Para realizar esta mágica serie, Michael se trasladó al Yosemite National Park y atrapó la éterea luz que envuelve todo el entorno natural que alli se despliega.
Las fotografías transmiten serenidad, paz, silencio y tranquilidad, y consigue destacar los detalles que a veces se pierden en el vasto desierto.
La niebla del arco iris que envuelve una cascada, la niebla densa que se cierne sobre la cima de una montaña, la nieve dando forma a todo o el cálido resplandor que un atardecer dibuja en la rocosa ladera de una montaña.
Viendo el trabajo de Shainblum, no se nos despiertan las ganas de viajar porque viajamos sin movernos del sitio a esos lugares que podemos oler, sentir y vivir a través de su milagrosa lente y su portentosa perspectiva.