Hay dos épocas del año en las que el planeta luce más bello, el otoño y la primavera pero, en esta rivalidad estacional, sólo hay algo más bonito que los colores cálidos de las hojas secas y es los colores vivos de las flores.
Además, hay rincones del mundo en los que la policromía floral es especialmente bonita y mágica cuando se inicia la estación del deshielo, y uno de esos rincones es Japón.
En la tierra del sol naciente, desde finales de marzo hasta principios de mayo, cuando entra la primavera, el árbol del cerezo viste sus desnudas ramas con las tonalidades rosas y malvas que le dan las icónicas sakuras.
Estas flores son un auténtico icono de la cultura japonesa y dan color a uno de los espectáculos naturales más bellos que hay.
Desde Osaka hasta Kioto, el fotógrafo japonés Koji captura la belleza de la temporada de flores de cerezo en su máximo esplendor porque, desde luego, ofrece escenas dignas de inmortalizar.
En las imágenes que Koji capta, podemos ver calles cubiertas con alfombras de pétalos rosados, bosques cubiertos de “nieve sakura” o hileras de árboles de cerezo; en Kioto, el fotógrafo, captura trenes de color rosa pasando por vías llenas de flores y en Osaka consiguió retratar a un pajarillo posado sobre las ramas de un microcosmos rosa.
Es importante capturar este fenómeno cuando está en pleno apogeo porque la flor del cerezo dura una o dos semanas en los árboles antes de caerse.
La naturaleza ofrece espectáculos efímeros incomparables y en la cuenta de Instagram de Koji podéis ver uno de los más hermosos.
Koji: Instagram