Escenarios imposibles y acciones cotidianas con un toque de magia deforman la realidad en un intento por comprender mejor los caprichos con los que nos sorprende el día a día. Escenas para devolverle la sonrisa a la vida.
A veces las cosas no salen como las planeamos, no todo lo que vemos es la realidad y lo que buscamos no es realmente lo que necesitamos… o lo que el mundo nos tenía preparado.
El francés Guy Billout refleja en sus ilustraciones los vaivenes de la vida y la ironía con la que a veces nos sorprende, pero siempre desde un enfoque humorístico.
Sus dibujos, de trazos claros y aparentemente sencillos, resultan muy atractivos para el ojo, reforzados por una gama de colores vivos similares a los de una tira de cómic.
Billout nació en Francia, pero se trasladó a Nueva York en 1969 y desde allí forjó su carrera como ilustrador de renombre. Ha trabajado para publicaciones como The New Yorker, The Atlantic y The Wall Street Journal.
Sombras, barcos, árboles, laberintos, murallas… las ilusiones ópticas están en cualquier rincón de la realidad para el ilustrador, una realidad que siempre se acaba deformando por los giros de guion que nos sorprenden en el día a día.
En las ilustraciones no falta la crítica a una sociedad individualista que pierde de vista lo más esencial, siempre pensando en transformar la naturaleza a sus necesidades.
Levantar la torre de Pisa para pasar la aspiradora o encontrar una llave en el océano son algunas de las acciones que Billout dibuja con total naturalidad, como si la realidad no fuera más que una ilusión que podemos transformar a nuestro antojo.