El hiperrealismo es una corriente pictórica que tiene muchos detractores porque hay quienes creen que la pintura debería reservarse para escapar de nuestra realidad y que no hay creatividad en dibujar algo como si fuera una fotografía.
Pero, por el contrario, somos muchos los que creemos que también hay mucho talento y mucho genio en saber trasladar y plasmar con realismo, luces, sombras o texturas en un papel o un lienzo y más si se hace con un simple bolígrafo.

Viendo las obras del nigeriano Oscar Ukonu, uno puede mostrarse incrédulo ante el hecho de que estén hechas con un bolígrafo. Sus portentosos retratos, se salen del papel gracias a que plasma las texturas, las expresiones y los rasgos faciales de sus modelos, de manera absolutamente veraz.
Además es un plus que el talento aplastante de Ukonu se haya desarrollado de manera autodidacta; en sus obras se especializa en ideas en torno al afrorrealismo y se toma su tiempo con cada pieza para asegurarse de que cada detalle sea como él lo ve en su mente.
Asegura que en cada pieza invierte casi seis semanas usando tres técnicas básicas: rayado, rayado cruzado y garabatos y que gasta unos 10 bolígrafos iguales para crear un retrato.
Su actividad artística la describe como una forma diversa de ver la experiencia y la identidad africanas con respecto a cosas como el género, la religión y la política.
Os dejamos con una muestra de su alucinante trabajo y estamos seguros de que de ahora en adelante no subestimaréis el poder que tiene un simple bolígrafo.