Hace algunos días, el fotógrafo Jonathan Nimerfroh caminaba por la costa de Nantucket, cuando notó algo extraño en las olas que rompían en la orilla. La temperatura máxima era de 19° F (-7,2° C) y aunque las olas no estaban completamente congeladas, contenían gran cantidad de hielo, lo que les daba la consistencia de un granizado, o un flash medio derretido, o algo así. Es increíble ver cómo el hielo cambia la forma y el color de las olas, haciendo que parezcan casi sólidas.