El cine esta plagado de psicópatas con ínfulas de sociólogos que conectan con nuestro lado más oscuro y con los que empatizamos a golpe de hacha, martillo o cuchillo; Norman Bates, Patrick Bateman o Hanníbal Lecter creían que hacían un bien social dando rienda suelta a una moral y a un arte extremos que teñían con la sangre de sus víctimas.
Desde hace mucho tiempo la filmografía del danés Lars Von Trier siempre está unida a la polémica. De hecho, Von Trier y controversia son un binomio indivisible que ha causado que el cineasta tenga seguidores y detractores por donde pasa.
Cintas como "Anticristo", "Dogville" o los dos volúmenes de "Nymphomaniac" son retratos de la escoria humana de la que el director es devoto; pero, quizás en ésta última, es en la que Von Trier ha construido un alter ego más afín a su personalidad sociópata y misántropa.
Y es que Lars, como el protagonista de "La Casa de Jack", cree que el arte es la máxima expresión vital que hay, la excusa perfecta para dar rienda suelta a nuestros instintos más bajos, el vehículo ideal mediante el que puede justificarse cualquier acto, por atroz que sea.
"La Casa de Jack", viene respaldada, como es de costumbre con cada estreno de Von Trier, por la polémica que ha generado tras su paso por el Festival de Cannes y el Festival de Sitges de 2018 y por esos jugosos rumores de gente que abandona las salas o se desmaya durante las proyecciones.
Con una violencia más que explícita y algunas reflexiones que escandalizarían al espectador más curtido, "La Casa de Jack" es la historia de un ingeniero extremadamente meticuloso, con una personalidad marcada por trastornos obsesivos compulsivos y que sueña con construir su propia casa.
Bajo esa apariencia milimétricamente estudiada y calculada, Jack lleva a cabo un proyecto paralelo centrado en su necesidad de desinhibirse y perder el control de su encorsetada vida; Jack es un psicópata que asesina al límite, cometiendo una serie de imprudencias que le activan la adrenalina y que le hacen sentirse libre.
Von Trier pone en boca de su despiadada criatura palabras que él sabe que no podría pronunciar en público y lo hace por medio de este thriller con tintes de comedia negra que vuelve a poner de manifiesto la incómoda genialidad de un director que no recorta nunca en metraje, ni en sadismo, ni en inmoralidad.
Sabemos que no es una película para el gran público, pero es otra obra maestra del transgresor genio que va a hacer las grotescas delicias de todos sus seguidores, entre los que, por supuesto, nos encontramos.
Os dejamos con el tráiler y os emplazamos a que acudáis a las salas el 25 de Enero de 2019, fecha de estreno de "La Casa de Jack", la penúltima transgresión de Von Trier.
La Casa de Jack | Golem: Web