'Bestia' es el título del cortometraje chileno que competirá en esta edición de los premios Oscar en la categoría de mejor cortometraje. El corto está inspirado en la historia de Íngrid Olderöck, una exagente oficial de la dictadura de Pinochet.
Sin recurrir a diálogos, apelando al stop motion como técnica y narrado a lo largo de 15 minutos, el cortometraje chileno Bestia se ha erigido como uno de los títulos más comentados del último año en el mundo del cine de animación.
La película del realizador Hugo Covarrubias se estrenó en junio del año pasado en el Festival de Annecy (Francia), el certamen más importante para las películas animadas, donde fue galardonado.
El cortometraje hace uso de elementos reales de la vida de Íngrid Olderöck, una agente de las fuerzas de seguridad que llegó a ser Mayor de Carabineros antes de integrarse a la DINA en 1973, es decir, en la Dirección de Inteligencia Nacional, un órgano desde el que ordenó torturas.
Ideado como una “reflexión sobre la maldad” que se inscribe en el thriller de corte psicológico, Bestia estudia cómo funciona la mente de una torturadora, una mujer con una rutina inamovible durante la dictadura militar de Pinochet que actuaba sin reflexionar sobre sus acciones.
Los críticos de cine consideran que en la propuesta de Covarrubias confluyen influencias de Polanski y Lars von Trier, así como de películas como Midsommar, que han abordado el terror desde los elementos de lo folclórico.
Hugo Covarrubias estudió Diseño Gráfico en la Universidad ARCIS, y compagina proyectos de diseño con realización audiovisual. En 2007 estrenó el corto El almohadón de plumas, adaptación de la novela de Horacio Quiroga. También ha sido codirector de la exitosa serie chilena Puerto papel.
vía: La Tercera