Truffaut y la "Nouvelle Vague": una historia de amor por el cine

La nueva oleada de cine que surgió en Francia en los años 50, no sólo supuso una manera totalmente diferente de concebir un cine que se movía entre el neorrealismo y la emoción, nos regaló a algunos de los mejores cineastas del cine contemporáneo.

La Nouvelle Vague estuvo compuesta por una serie de creadores que dejaron una huella imborrable. De André Bazin, Agnès Varda y Jacques Rivette a Éric Rohmer, Alain Resnais y Claude Chabrol. Pero cabe destacar el papel que jugaron dos figuras tan visionarias como fueron las de Jean-Luc Godard y François Truffaut.

Este año, se han cumplido 40 años sin Truffaut, el director, guionista y productor de cine francés que nos dejó un 21 de octubre de 1984 y se marchó habiéndonos regalado obras maestras como Los 400 golpes y Jules y Jim.

François Truffaut
François Truffaut.

Truffaut comenzó su carrera como crítico de cine en la revista especializada en cine Cahiers du Cinéma, donde defendió un enfoque autoral del cine, propugnando que el director debía ser considerado el principal autor de una película. Este enfoque fue uno de los ejes centrales de la Nouvelle Vague, un movimiento cinematográfico, cultura y emocional que buscaba romper con las convenciones del cine tradicional.

Su primera película fue Les Quatre Cents Coups (Los 400 golpes, 1959) y está considerada como uno de los pilares del cine moderno. La historia sigue la vida de un joven llamado Antoine Doinel, un personaje que se convierte en un alter ego de Truffaut y que aparece en varias de sus obras posteriores. La película es conocida por su estilo innovador, su enfoque en la subjetividad y su profundo retrato de la infancia.

A lo largo de su carrera, Truffaut dirigió una serie de películas influyentes, incluidas Jules et Jim (Jules y Jim, 1962), La Peau douce (La piel suave, 1964) y Le Dernier Métro (El último metro, 1980). Sus obras suelen explorar temas de amor, instinto y la complejidad de las relaciones humanas, además de mostrar una profunda admiración por el cine y la cinematografía.

Truffaut también tuvo una carrera como actor y colaboró con varios otros cineastas notables. Puedes recordar sus cara en cintas como Le coup du berger (1956) de Jacques Rivette y Encuentros en la tercera fase (1977) de Steven Spielberg.

Fotograma de Les Quatre Cents Coups (Los 400 golpes, 1959).
Fotograma de Les Quatre Cents Coups (Los 400 golpes, 1959).

Es imposible entender la figura de Truffaut sin entender las características que tuvo la Nouvelle Vague que más que una corriente de cine, fue una filosofía de vida y una manera de entender el origen del séptimo arte que ha inspirado a muchos cineastas actuales como Almodóvar y Tarantino y ha sentado muchas de las bases de otros movimientos cinematográficos como el DOGMA surgido en Dinamarca en los años 90.

La Nueva Ola se caracteriza por su enfoque innovador y experimental en la narración, dirección y edición. Los directores surgidos en ese momento, rechazaron las convenciones del cine tradicional y exploraron temas contemporáneos, estilos narrativos no lineales y técnicas de filmación menos formales, como la filmación en exteriores y el uso de luz natural.

Truffaut, Godard o Varda entendían que el cine debía ser más consciente de su propia naturaleza, y no como un medio superfluo, que no tuviera nada que decir al espectador. Las características principales de este movimiento, fueron la búsqueda artística de la verdad humana y exponerla con la mayor sinceridad posible.

Es muy difícil definir de qué consta la esencia de una corriente tan revolucionaria y tan profunda, pero a grandes rasgos, la Nouvelle Vague sentó sus bases inspirándose en el neorrealismo italiano de Visconti y Fellini y en el cine negro de los años 40 que se popularizó en EE.UU.

Fotograma de Jules et Jim (Jules y Jim, 1962)
Fotograma de Jules et Jim (Jules y Jim, 1962).

Sus características pueden ser resumidas en 10 mandamientos que deben ser cumplidos a rajatabla:

1. La teoría del autor que mantiene que la perspectiva del director refleja su punto de vista personal y de sus experiencias personales a través de su cine.

2. Personajes perdidos o desolados. Siempre es recurrente la aparición de personajes que se comportan y actúan de una manera inmoral e irresponsable en sus vidas.

3. Las relaciones sexo-afectivas. Otro tema que se suele tratar son las complejidades dentro de las relaciones amorosas.

4. El uso del plano secuencia para impregnar de veracidad y realismo lo que ocurre en pantalla.

5. El uso del jump cut o elipsis. Los realizadores franceses no querían seguir los estándares de montaje tradicional porque creían que de esa manera la historia abarcaba toda la atención dejando de lado todas las características cinematográficas. 

François Truffaut.
François Truffaut.

6. Cámara en mano. Los directores no utilizaban el trípode, ya que de esa forma se conseguía una mayor libertad y naturalidad a la hora de rodar un plano.

7. El sonido directo. El sonido en las películas de la Nouvelle Vague también se grababa en vivo, lo que era algo poco habitual en el cine.

8. Producciones de bajo presupuesto. En 1957, la televisión empezó a ser cada vez más popular, por lo tanto, la asistencia a los cines sufrió una disminución drástica y por tanto, se recortaron los presupuestos.

9. Uso de diálogos improvisados para ganar en emoción y veracidad.

10. Luz natural y localizaciones reales para hacer la experiencia cinematográfica más cercana y realista.

A todas estas normas no escritas, Truffaut sumó su alma para impregnar sus cintas de un estilo distintivo y un enfoque humanista que han dejado una huella indeleble en el cine mundial y lo han consolidado como una figura central en la historia del cine.

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