En un mundo donde la industria tecnológica y su obsolescencia programada se imponen como regla única, surge el proyecto de carácter futurista ’Silicon City’.
La tecnología se reduce al sistema binario, a un lenguaje en el que tan solo existen los ceros y unos, una dualidad tan reduccionista que los detalles que hacen bella, real y única nuestra realidad desaparecen en estos espacios.
Para el artista Fabián Díaz, el desbordado consumo tecnológico está terminando poco a poco con nuestro entorno, transformándolo en basura a una velocidad cada vez más acuciante; imparable, implacable.
En la decadencia de la realidad, Díaz encuentra su fuente de inspiración, que se materializa en diversos proyectos, como Silicon City. De acuerdo con sus propias palabras, este trabajo se compone de “fragmentos de pequeñas urbes de carácter futurista”, una serie de esculturas elaboradas con residuos electrónicos reciclados.
La basura se utiliza con delicadeza por este artista como el material con el que están construidas nuestras megaurbes, componentes electrónicos acumulados a consecuencia de la obsolescencia programada que se transforman en los ladrillos de una civilización electrónica.
Díaz se siente atraído por el desmesurado consumo tecnológico de nuestra era y decide convertirlo en arte a través de “ensamblajes bidimensionales y esculturas, elaborados con componentes electrónicos, (boards, y chips de computadoras, desmontados y en desuso)”.
En sus ciudades, vemos el reflejo de una humanidad que se mueve entre la obsolescencia programada, el consumismo y la tecnología: “Nos hemos convertido en ávidos tecnófilos incapaces de librarnos de la dependencia e interacción diaria con todos esos equipos”, comenta el autor de Silicon City.
Desde nuestros rascacielos de microchips observamos el vertedero que estamos creando entre todos, colapsando el mundo que una vez podíamos admirar y que ahora cubren la tecnología y sus residuos.
Fabián Díaz: Blog