La escuela de arte, diseño y arquitectura Bahuaus, ha trascendido como un referente de la vanguardia y del modernismo; sus diseños y sus creaciones siguen siendo imitados en la actualidad y forman parte de cualquier casa de atmósfera minimalista, arty o chic; de entre todos los objetos que realizaron, hay uno que destaca sobre los demás.
Marcel Breuer creador de la B3 o la Silla Wassily
Crear tendencias era algo muy característico de la Bahuaus y en 1925, uno de sus diseñadores, en esa obsesión que tenían por buscar la comodidad y la funcionalidad, crearon una silla que rompía con la estructura de la típica silla de cuatro patas, un modelo en el que convivían la belleza del diseño y el confort.
Marcel Breuer creó la B3 o Silla Wassily inspirándose en la estructura de las bicicletas.
Breuer solía desplazarse en bicicleta, y en uno de sus trayectos cayó en la cuenta de que los materiales ligeros y resistentes de los que estaban hechos las bicicletas era maleables y susceptibles de adquirir cualquier forma; si podían adoptar la forma de un manillar ¿por qué no los de la estructura de una silla?
Breuer, convencido de su idea y su visión, empezó inmediatamente a crear los bocetos de lo que sería la silla B3.
Los bocetos dieron como resultado uno de los modelos de silla más icónicos que existen y que, además, causó una revolución en la la forma de entender y fabricar mobiliario desde entonces.
En contra de lo que se cree, la silla no fue diseñada para el pintor Wassily Kandinsky, pero Kandinsky fue un gran admirador del diseño por lo que Breuer fabricó un duplicado para su oficina personal.
Por este motivo la silla B3 también es conocida como silla "Wassily" aunque seamos millones los admiradores de este fantástico e inmortal modelo.
h/t: Vilanova Peña