Con bastante certeza y conocimiento podemos afirmar que las famosas piezas de LEGO han trascendido desde hace mucho tiempo su función original.
En diferentes ocasiones lo hemos comprobado cómo en este Titanic de 9.090 piezas, esta furgoneta Volkswagen construída con 400.000, o esta réplica de una cámara Leica clásica.
Ahora, en una era en la que los niños se inclinan por jugar con dispositivos digitales y siguen historias preconcebidas, Lego quería volver a lo básico y mostrar cómo unos pocos ladrillos de colores pueden avivar nuestro potencial para imaginar.
Usando únicamente piezas de colores el director de arte italiano Marco Sodano, al frente de la agencia Geometry Global en Hong Kong, recreó meticulosamente alguna de las mayores obras maestras de la historia del arte, lo que nos recuerda que dentro de todos nosotros se puede esconder un gran artista.
Las grandes ideas que han impresionado al mundo se gestan en la imaginación de todas esas personas que tienen una perspectiva diferente del mundo, y es que no hay mejor fuente de inspiración que las cosas que vemos en la vida real.
Colocando estratégicamente unos cuantos ladrillos de LEGO Sodano, junto a su equipo, nos hace identificar célebres lienzos. Los creativos evocan con tonalidades negras y verdosas el retrato femenino más reconocible de la historia: La Gioconda de Leonardo da Vinci; o a partir de piezas en azul apastelado y gris se descubre una silueta masculina que lleva el inconfundible sello de René Magritte y su pintura, El hijo del hombre.
Otras de las obras recreadas son: La joven de la perla de Johannes Vermeer; La dama del armiño de Leonardo Da Vinci; un Autorretrato de Vincent van Gogh; y Gótico estadounidense de Grant Wood.
Marco Sodano: Web