Los hermanos Inés y Enrique Díaz-Rato siempre se extrañaron de que muchos de sus juguetes no tuvieran genitales ahí, justo donde todas las personas los tenemos. Esta gran incógnita les ha llevado a crear muñecos para esos penes y vaginas desaparecidos no se sabe donde.
"De pequeña recuerdo llegar un día a mi habitación y ver que mi hermano le había cortado el pelo a las ‘barbies’ para pegárselo donde tendrían que haber estado sus genitales", así explica Inés el comienzo de esta curiosidad infantil por este hecho antinatural que les ha llevado a poner en marcha esta iniciativa.
Hará unos tres años, Inés, experta en Marketing y Enrique, Ingeniero Industrial y artista, decidieron poner en marcha, con un concepto muy completo y una cuidadísima imagen, esta iniciativa que busca dar su justo lugar a los genitales censurados por gran parte de la industria juguetera.
Ahora Nagavi y Nipes están disponibles en la Shop de Cultura Inquieta.
Así nació Neudies, que debe su nombre a la mezcla entre "new" y "nude" y que busca ser, según definición de sus propios creadores, "un juguete único, un reconocimiento a los genitales rechazados y sobre todo, un heroico defensor de la libertad". Los Neudies cuentan con todo un universo, llamado "Genitown" en el que Nagavi (vagina) y Nipes (pene) son los protagonistas, nos encanta este vídeo donde podemos conocer toda su historia:
El vídeo forma parte de la exitosa campaña de crowfounding que Inés y Enrique pusieron en marcha en Kickstarter hace unos meses y gracias a la cuál han conseguido recaudar 17.000 dólares, dinero con el que ya han empezado a producir estos originales y reivindicativos juguetes. Si todo va bien, les gustaría ampliar el proyecto a otras piezas como coleccionables, dibujos animados, ropa, etcétera...
Los dos hermanos tienen muy claro su objetivo "Se está generando un diálogo alrededor de esto, que es un poco lo que estábamos buscando. Nos gusta que la gente se pregunte el porqué de su ausencia en los juguetes", afirma Inés. "Vivimos en una sociedad en la que el sexo está en todos lados, pero sigue siendo raro hablar de genitales de manera natural".
Son muy conscientes además de a quién tienen que dirigirse "Es a los padres y los adultos a los que les tenemos que cambiar el chip. Los niños son bastante naturales, no tienen ningún tipo de rechazo, somos nosotros los que hacemos que les dé vergüenza cuando son más mayores".
Un proyecto que a nosotros nos ha ganado por ser una creativa iniciativa que hace frente a los tabúes obsoletos a base de un enfoque divertido, lúdico y cercano. Ojalá verles crecer.
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h/t: Mujeres a seguir