Hace unos años, Maite Zubiaurre encontró, en una tienda de antigüedades en Madrid, un álbum de fotografías lleno de imaginería erótica y pornográfica de principios de 1900.
Para esta profesora de la UCLA (Universidad de California, Los Ángeles), lo que tenía en las manos confirmaba su corazonada: "Tras muchos años impartiendo clases de historia y sobre la cultura española de principios del siglo XX, los sombríos filósofos y pensadores de 'Generación del 98' quienes, en sus escritos, lamentaban la decadencia de España y el declive de la gloria de la España imperialista tras la pérdida de sus últimas colonias en 1898, me formulé las siguientes preguntas:
Seguro que no todo había sido tan serio y sombrío durante ese período de principios del siglo XX en España. Después de todo, estábamos hablando de los locos años 20, del rugido que con ellos azotó a toda Europa y Estados Unidos ¿Qué sucedió con todas las vibrantes innovaciones sociales y culturales que estaban tomando el mundo occidental por asalto, en particular en el ámbito de la sexualidad y el eros? ¿Cruzó la sexología y el psicoanálisis, por ejemplo, la barrera entonces tan física de los Pirineos?"

El álbum de imágenes se refería a un periodo muy rico en arte y cultura eróticas, época que posteriormente aplastada bajo el gobierno fascista del dictador Franco.
Zubiaurre se dispuso a encontrar más ejemplos: "Invertí mas de diez años de trabajo y visitas a archivos privados, polvorientas bibliotecas provinciales, recónditas y sencillas tiendas de antigüedades y librerías de segunda mano", dice Maite Zubiaurre.
Los materiales fue difíciles de encontrar principalmente debido a que la censura de la época franquista fue brutal y, a menudo, bastante eficiente durante la dictadura. Los materiales no fueron solamente fuertemente censurados, sino también prohibidos en bibliotecas y archivos, por lo que fueron destruidos, no sólo por las autoridades, sino también por los propios propietarios privados, quienes temían ser encarcelados."
El archivo de imágenes ofrece una ventana hacia la modernidad floreciente de la época y un reflejo de las ansiedades que acompañaron el cambio. Las bicicletas y máquinas de escribir aparecen con frecuencia, porque son "instrumentos peligrosos", explica Zubiaurre. "Ofrecen libertad las mujeres, movilidad y el acceso a la esfera pública. Efectivamente, la misoginia pierde los nervios y contraataca inmediatamente, recurriendo a la vieja táctica de siempre: tratar de debilitar a las mujeres convirtiéndolas en objetos sexuales, y las ciclistas y los mecanógrafas en putas."
Sin embargo, Zubiaurre argumenta que "esas representaciones, no importa cómo y cuánto están de sexualizadas, sin embargo inspiraron a las mujeres españolas a seguir y abrazar modelos ejemplares -la valiente e indomable ciclista, la mecanógrafa culta y liberada- y, felizmente, provocar una especie de accidental feminismo en la sociedad de la época."