Cuando somos adolescentes el mundo se vuelve seguro en la intimidad de nuestro cuarto. Las paredes se convierten en todo un manifiesto vital a golpe de los grupos, garabatos e iconos en los que querer mirarnos por el resto de nuestra vida, esa que creemos entonces que es y será eterna.
El deseo, la adoración, la seguridad, la identidad y las ganas de escapar de todo, son sentimientos que se aglutinan en las paredes de las habitaciones de los adolescentes.
En la década de 1980, estos chicos y chicas fueron fotografiados en sus habitaciones, el lugar donde se sumergían para soñar. Las habitaciones cuando estamos despertando al mundo, son esos espacios es los que explorar y descubrir, en los que dejar explotar nuestra furia y hormonas y en los que soñar.
Bandas de punk, reyes del rock y reinas del glam custodiaban serenos nuestro sentir y nuestro vivir en esos eternos y lejanos días de despertares y de juventud. ¿Quién os acompañaba a vosotros? Bienvenidos a un viaje por el tiempo a través de los recuerdos y los tesoros de otros.
"Un consejo que me dio mi padre: nunca tomes licor en el dormitorio. No te pongas nada en los oídos. Sé cualquier cosa menos un arquitecto" - Kurt Vonnegut
h/t: Flasback