"Lo que me hubiera gustado que mis abuelos me contaran para empezar, es que la vida es una jodida y alucinante compañera de viaje que no nos soltará la mano hasta el día de nuestra muerte."
Fotografía de Neil Krug
Me hubiera gustado que me dijeran que cuando no encontrara esperanza y no tuviera claro el papel me han dado en esta obra de teatro, encontraría un salvavidas. Que tarde o temprano, todos lo encontramos. Les hubiera agradecido que no me contaran de qué va la historia, porque cada uno tenemos la nuestra propia e irrepetible.
Les habría agradecido cada minuto que pasaron conmigo cuando era pequeña, porque cada segundo con ellos, se ha quedado grabado en mi eterno corazón de niña.
Me hubiera encantado que me hablaran de sus amores, sus anhelos o sus primeras veces porque así, sentiría que al final, todos tenemos una manera de sentir única pero universal.
Y que me hubieran invitado a equivocarme, a tirarme a la piscina, a ser libre y consciente de todo lo que me quedaría por respirar, del amor que siento por la vida, con sus penas y con sus increibles instantes de belleza y de felicidad. Pero, sobre todo, me habría encantado apretarles fuerte las manos y decirles que no los dejaríamos morir solos.
Me hubiera encantado también, saber que alguien iba a escribir una novela sobre esto, una novela que a más de uno nos iba a cambiar la vida.
Hablamos del cantante de Eels, Mark Oliver Everett y de su novela "Cosas que los nietos deberían saber". Un bálsamo de humildad y emoción para afrontar las desgracias de la vida con altas dosis de amor y de humor. Os dejamos un fragmento de la novela que nos parece simplemente maravilloso.
Mark Oliver Everett
Texto, por Silvia García