Hay fechas en la vida que se nos quedan guardadas en la memoria para siempre. Sobre todo, las primeras veces: el día de nuestro nacimiento, el primer día de colegio, nuestra primera victoria deportiva, el primer amor y el día de nuestra boda.
La de casarse debe ser una experiencia de las más emocionante en la vida de cualquier persona. Tras varios meses, a veces incluso años, organizando todos los preparativos del evento la mañana de la boda debe ser un frenesí de sensaciones, últimos arreglos y un torrente de felicitaciones de amigos y familiares.
Todos las parejas albergarán anécdotas previas al momento de subirse al altar y mirar a los ojos de su futuro cónyuge para dar el sí quiero, pero una novia de Pittsburgh podrá contar una historia que sorprenderá a todos los cinéfilos.
De camino a la ceremonia, Grace Gwaltney, la novia, estaba a punto de entrar en una limusina cuando de pronto el actor Tom Hanks, que se encontraba en la ciudad rodando la película Un hombre llamado Otto, se acercó por detrás para sorprenderla.
Rachel Rowland, fotógrafa de bodas en Pittsburgh, recuerda el divertido y fortuito encuentro. "Estábamos todos muy sorprendidos y empecé a tomar fotos para conseguir alguna toma divertida. Me dijo: "¡Me llamo Tom Hanks! ¿Puedo hacerme una foto con la novia?" y se rió alegremente y posó", explica la fotógrafa sobre el encuentro.
En una entrevista, la novia explicó que el encuentro la pilló desprevenida y se quedó helada, sin saber qué hacer. Estaba tan sorprendida por el incidente que al principio no estaba segura de que fuera él. "Es su voz, creo", pensó. "Lo ves y luego empieza a hablar... Me hablaba al oído y yo pensaba en Toy Story".
Gwaltney dice que no podía esperar a contarle a su futuro marido el encuentro y mientras estaban de espaldas para su primera mirada, le susurró que acababa de conocer a Tom Hanks.
Rachel Rowland: Instagram