Muchos artistas plásticos se obsesionan con algunos colores: Pablo Picasso tuvo su período azul y su período rosa; Francisco Goya tiene sus pinturas negras; y, Andy Warhol, el máximo exponente del Pop Art, siempre ha tenido una relación muy cercana con los colores asociados a la cultura popular; en concreto, con el azul.
El Pop Art, movimiento artístico al que se vinculaba Warhol, destaca por usar distintas gamas cromáticas, buscando la combinación perfecta entre colores opuestos y complementarios.
La fijación por el glamour y por los objetos cotidianos es otra de las características que define esta corriente artística. Las creaciones pasan por retratos a personas famosas como Marilyn Monroe o Prince, las cajas del jabón Brillo, las latas de sopa de tomate Campbell, su performance comiendo una hamburguesa de McDonalds, etc.
Además, como la gran mayoría de los artistas pioneros de sus respectivos movimientos, Warhol tenía su propio estudio de creación: The Factory. El suyo, en concreto, estaba ubicado en el número 231 de la calle 47 Este, en Nueva York. En The Factory se producían serigrafías en cadena, se disparaban fotografías y se rodaban películas. Esta última disciplina artística venía directamente influenciada por su amistad con Jonas Mekas.
The Factory de Andy Warhol, cosmos social para muchos artistas coetáneos, también albergaba fiestas y eventos para aquellas personas que conocían al propio Warhol o conocían a alguien que conocía al artista. Por The Factory pasaron artistas como Truman Capote, Allen Ginsberg, Salvador Dalí, Bob Dylan, Mick Jagger o Fernando Arrabal.
Warhol creía en el poder del arte para incentivar el pensamiento e inspirar al cambio y, aunque parece que en pleno siglo XXI ya conozcamos todo sobre el artista, hace unos años se descubrió una obra inédita del maestro del Pop Art, convirtiéndose en el primer artista que colaboró con Absolut Vodka.
Las icónicas colaboraciones artísticas de Absolut Vodka comenzaron en la década de los 80 y la primera de ellas fue con el artista pop Andy Warhol, quien creó una pintura inspirada en la botella de Absolut. Esto marcó el inicio de una tradición por parte de la marca de trabajar con distintos artistas visuales y se desarrollaron una serie de uniones curiosas.
En esta última colaboración, Warhol usa el azul icónico de Absolut Vodka y lo explora como eje central de la reinterpretación.
Cuando un artista plástico colabora con un producto pop, ¿dónde queda la esencia del artista y la del producto?
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