Si hay una cosa por la que luchamos a lo largo de nuestra vida es por sentir que formamos parte de algo, por sentir que pertenecemos. La diferencia y la diversidad enriquecen nuestros prismas vitales, amplían nuestras miras y liberan nuestras mentes.
La idea de que no estamos solos o solas en nuestra individualidad y con nuestras características ya sean de etnia, de orientación sexual o de filosofía, es una realidad que deberíamos grabarnos a fuego desde la infancia, ese periodo determinante para construir los adultos que seremos.
Los medios de comunicación, la publicidad, las series o las películas juegan un papel crucial a la hora de visibilizar a minorías y a la hora de mostrar al mundo que todos y todas somos igual de válidos y válidas a pesar de no ser iguales.
De un tiempo a esta parte, se está tomando conciencia de ello y casi cualquier persona puede sentirse representado en la pequeña y en la gran pantalla. El penúltimo ejemplo de ello es Kenzo, un adorable niño de 2 años que muestra sin pudor la emoción que siente al sentirse identificado con un personaje de Encanto, la última película de Disney.
Esta fantasía animada cuenta la historia de la familia Madrigal de Colombia y ha brindado una nueva forma, especialmente para los niños, de experimentar el poder de la representación. La amplia sonrisa de Kenzo cuando aparece en la pantalla Antonio es la prueba irrefutable de lo importante que es dar visibilidad.
La madre de Kenzo, Kaheisha Brand, tomó un par de fotos de su hijo junto a Antonio. Ambos comparten los mismos mechones rizados y piel morena. Kaheisha cuenta que una vez que Kenzo vio a Antonio, no pudo apartar la mirada.
“Inmediatamente reaccionó con la imagen de Antonio y eso hizo que mi corazón sonriera porque creo que él pensó que se estaba viendo a sí mismo por su gran parecido con el personaje de la cinta", confiesa Brand.
Y continúa: "Poder ver a la gente de Colombia, sus diferentes complexiones, sus tonos de piel y poder verte a ti mismo en otras áreas del mundo que no necesariamente conocías, es extremadamente poderoso. Pensé que Encanto era de las pocas películas que daba protagonismo a los afrolatinos, a los latinos y a los colombianos".
La viralidad de la foto de Kenzo es la prueba deinitiva de que la emoción de este niño de 2 años es un sentimiento que comparten todos y todas los que gracias a su sonrisa hoy se sienten menos solos y solas, se sienten visibles, se sienten que forman parte de algo.
Kenzo: Instagram
h/t: My Modern Met