Cuenta la fotógrafa Minerva del Valle que la fotografía le enseñó a mirar; Desde que se puso detrás de una cámara fotográfica ve y observa lo que antes no veía.
A través de la cámara crea sus propios mundos, realidades inventadas que le permiten traducir lo que siente y piensa con imágenes. A la hora de idear y realizar sus fotografías siempre se formula varias preguntas: “¿Qué hay de mí en la fotografía que realizo?” “¿qué quiero transmitir?”
En su última serie Latidos de plástico, las protagonistas de los retratos no són sólo barbies. Minerva enfoca la mirada del espectador para que aprenda a ver más allá de las estáticas poses de estos juguetes. Gracias a la óptica de esta fotógrafa, las muñecas han dejado de ser las que fueron.
Se han liberado de los tópicos; han decidió emanciparse de las etiquetas, han dejado atrás la subordinación a su definición de origen, y muestran sus sentimientos, sus emociones, su determinación, su sexualidad. Ellas deciden, mientras la fotografía las libera.
Sobre su proceso creativo, del Valle destaca la influencia del cine, la música y la literatura. “En mis fotografías, trato de generar una atmósfera enigmática. Por ejemplo, en mis últimos retratos intento no mostrar todo a quienes contemplan las fotografías, trato de crear un cierto misterio. Mis series de fotografía tienen un final abierto, siempre estoy expectante a una posible continuidad.”
Minerva del Valle: Instagram