Se nos olvida a menudo que el Planeta no es de nuestra propiedad, que convivimos con millones de seres vivos que tienen unos modus operandi, unos hábitos y unos derechos igual de válidos que los nuestros.
En esta batalla que muchos y muchas libran para defender a los animales del humano, hay quien, por ejemplo, cree que se necesita legislación para obligar a los arquitectos a evitar la muerte masiva de aves que siguen sin acostumbrarse a los edificios y a los rascacielos.
"Necesitamos una legislación a gran escala que exija que los edificios sean amigables con las aves", dijo Kaitlyn Parkins, una ecologista que está haciendo campaña para reducir las muertes de aves en ciudades como Nueva York.
"Los pájaros no entienden el concepto de vidrio", agregó el arquitecto Dan Piselli, director de sostenibilidad del estudio de arquitectura estadounidense FX Collaborative, que ha trabajado para reducir los choques de pájaros en varios edificios de la ciudad de Nueva York. "No evolucionaron para lidiar con el vidrio. Simplemente no pueden verlo", añade.
Mil millones de muertes de aves en Estados Unidos al año son causadas solo por colisiones. En 2019, La Gran Manzana presentó la Ley Local 15 para que las superficies de los nuevos edificios de vidrio de más de 23 metros de altura tengan patrones que sean más visibles para las aves.
FX Collaborative reemplazó el revestimiento de espejos de uno de los edificios más mortíferos para las aves en la ciudad de Nueva York y ahora ha pasado a ser uno de los más seguros. Sin embargo, la mayoría de los arquitectos continúan haciendo uso de ese vidrio.
Los edificios espejados son igual de peligrosos a pesar de que las aves puedan verse. Expertos en aves y ornitólogos aseguran que las fachadas de vidrio y las reflectantes de espejo son trampas mortales, ya que reflejan el paisaje y las aves piensan que pueden seguir sus trayectorias a través de ellas.
Esta problemática llegó a los titulares el año pasado cuando Melissa Breyer, voluntaria de una organización benéfica de vida silvestre de la ciudad de Nueva York, recolectó los cadáveres de más de 225 aves que habían volado hacia los edificios del World Trade Center en un solo día.
La mayoría de los impactos de las aves ocurren en niveles bajos, por lo que Breyer sentencia que la altura del edificio no es un factor clave en la muerte de estos animales, es su superficie reflectante. Agregó que la contaminación lumínica de la noche también crea confusión, desorientación y agotamiento en los pájaros.
Debería haber más iniciativas como la Ley Local 15 de la ciudad de Nueva York, porque está claro que no vivimos en un mundo perfecto en el que la gente opta por un diseño amigable con las aves o toma decisiones respetuosas con el medio ambiente.