Hace unas semanas se lanzaba una pregunta al aire: ¿Para qué queremos un coche? Y se abría con ella el debate y dos posturas opuestas: COCHE SÍ o COCHE NO.
A raíz del estudio, las redes sociales y miles de personas se manifestaban a favor y en contra de tener o no vehículo.
Nos llega ahora la respuesta: el 63% dice #COCHESÍ, frente a un 37% que defiende el #COCHENO.
Pero realmente pensamos, ¿qué marca la diferencia entre una postura y otra? ¿ha ganado el SÍ meramente por la comodidad que el coche nos da?
Y mientras debatíamos sobre estas cuestiones, se planteó una última pregunta ¿Para qué queremos un coche si no es para vivirlo?
Y al final unificamos nuestras ideas en torno al amor. No el amor utópico que nos venden, sino un amor propio, un amor por la libertad, por la familia, amor a viajar, amor por compartir, amor en pareja.
Planteamos el enigma de tener o no tener coche, como una herramienta que potenciaba el amor, recordando anécdotas e historias transcurridas en este medio de transporte.
Viajes familiares de muchas horas de duración, en los que los niños en la parte trasera pretendían amenizar el viaje con todo tipo de juegos, canciones, frases inevitables como el consabido “¿falta mucho?”, conversaciones filosóficas entre madres e hijas en pequeños trayectos, padres llevando a sus hijos a practicar todo tipo de actividades extraescolares, viajes amargos llevando a hijos, amigos y parejas a un aeropuerto o estación. Primeros besos, abrazos, lágrimas; y muchas primeras veces. Sensación de libertad, de refugio y de poder evadirse a través de planes improvisados. Amigas que no beben porque tienen que llevar un coche, y que soportan el estado de embriaguez del resto. Preguntas incómodas de hermanos pequeños, y preguntas de tu pareja que marcarán una unión para siempre con esa persona.
Momentos y vivencias recogidas sobre cuatro ruedas que Škoda ha recopilado en la iniciativa paraquequieresuncoche.com, y que ha revolucionado y emocionado a miles de personas que se han manifestado a través de Twitter, Facebook e Instagram.
Una preciosa idea para hacernos recordar cuál es el lugar en el que se fusionan todos los tipos de amor que conocemos.