La investigación defiende que tener una inteligencia por encima de la media complica la búsqueda del amor.
Pero, ¿qué factores determinan la existencia de este sentimiento? Sin duda se trata de la conjugación de varios elementos entre los que la atracción se encuentra en un primer lugar. ¿Qué determina esta fuerza? Pues la realidad es que no sabe del todo, aunque la ciencia puede darnos algunas pistas que nos ayuden a entender que rasgos hacen que el otro se convierta en un imán para nosotros.
De igual manera, también podemos conocer qué características tienen el efecto contrario y podrían repeler cualquier síntoma de atracción. Según esta investigación, la inteligencia podría ser uno de estos rasgos.
En este estudio publicado en el British Journal of Psychology se encuestó a 214 participantes de los cuales el 70% eran mujeres jóvenes. Los investigadores pidieron a los estudiantes que valorarán su grado de fascinación por cualidades como la sencillez, el atractivo físico, la inteligencia o la amabilidad.
Después se les pidió que valorarán (entre el 1% y el 99%) su grado de atracción por un compañero con rasgos superiores a la media. A medida que se aumentaba el rango en cada categoría, los participantes aseguraban sentirse más atraídos, a excepción de dos rasgos: la inteligencia y la sencillez.
Los participantes calificaban como más atractiva a la otra persona si se encontraba por encima del 90% de la población para ambas categorías, en lugar del 99%, lo que suigiere que no estaban tan interesados en los niveles superiores de estas dos categorías. Así lo explicaba el doctor Gilles Gignac, autor del estudio, en un comunicado: "Investigaciones publicadas anteriormente sugieren que los niveles elevados de inteligencia pueden incitar sentimientos de inseguridad en algunas personas, lo que puede reducir la conveniencia".
Por el contrario, el especialista expone que la sencillez podría ser vista como un indicio de falta de confianza o ambición, lo que —según Gignac— no es algo atrayente. Pero no todo está perdido para las personas inteligentes, pues varios estudios sostienen que acostumbran a preferir la soledad.
Aún así, si no fuera el caso, el mismo estudio que nos ocupa confirma que aunque no fuera la mayoría, sí hay quien se siente un mayor grado de atracción a mayor grado de inteligencia, incluso aunque la otra persona llegase al 99% de la superioridad. Otro estudio defiende la existencia de los sapiosexuales, individuos que desarrollan una pasión erótica por las mentes más brillantes.
Lo que no se conoce es el porcentaje de la población que siente esta atracción, ni si existe un nivel de inteligencia que deje de ser atractivo.
De cualquier forma, parece que ambos estudios coinciden en que una inteligencia desmedida deja de ser reclamo de seducción. Si tu inteligencia supera la media —alrededor de 120 de CI—, ten cuidado con no ser pretencioso ni abrumar con los temas de conversación o podrías intimidar a tu pareja.
h/t: Ecoosfera