¿A quién no le gusta ponerse panza arriba y que le rasquen la barriga a dos manos? Y es que las cosquillas, o las caricias con ritmo, son probalblemente una de las cosas más placenteras de este mundo loco y terrenal.
Mientras filmaba la vida silvestre en algún lugar de Sudáfrica, el director de fotografía Garth De Bruno Austin fue abordado por un amistoso rinoceronte salvaje que solicitó un delicioso masaje en la barriga. Austin obedeció de inmediato, entendiendo rápidamente que una solicitud de un animal tan grande era en realidad más una demanda.
Momento en el que Garth De Bruno Austin frota la barriga del animal:
Como si de un perro o un gato se tratara, Garth de Bruno Austin no dudó en acariciarle la tripa a un rinoceronte. El documentalista lleva años grabando al animal para su próximo trabajo y en una de esas ocasiones se le acercó para pedir 'mimos'.
El propio cámara, que ha compartido el vídeo en Youtube, advierte de lo peligroso de su acción e insiste en no intentar imitar su gesto.
"No intente hacer esto con un rinoceronte salvaje, ya que puede terminar usted muerto. No me acerqué al animal, fue completamente su decisión dejarme entrar en su espacio personal y tocarla", aclara.