Todos sabemos de alguien que sostiene que lo único que nos puede hacer soportar el frenético ritmo de vida que llevamos (amistades tóxicas, alertas del móvil, vendedores, las tonterías del jefe, ...), es la técnica de la meditación consciente. Que es lo que hace que descanse nuestro cerebro al tiempo que limpia los malos rollos psicológicos y restaura nuestro Zen.
Dado que los expertos en meditación nos dicen que no hace falta estar sentado en la postura del loto en un templo budista nublado de incienso para dominar la técnica, sino que se puede conseguir realizando actividades cotidianas como tomar café, navegar por facebook o incluso fregar los platos, nos preguntamos si no es posible también con la masturbación.
Pues estamos de enhorabuena, ya que el investigador y experto en meditación Lorin Roche dice que las técnicas de plena atención se pueden aplicar a cualquier tipo de actividad, "Mientras estemos sintonizados con nuestro cuerpo y examinemos con detalle nuestros sentimientos, una sensación o deseo sexual son tan válidos para meditar como la respiración o un mantra".
La meditación consciente consiste en bloquear todos los pensamientos que nos distraen y dirigir toda nuestra atención a las sensaciones que percibimos en ese momento: lo que vemos, oimos, olemos o sentimos. Es por esto que el sexo solitario puede resultar perfecto para realizar esta técnica, especialmente para aquellas personas que no son expertas en meditación, ya que nos resulta fácil, por no decir inevitable, enfocar nuestra atención sobre las sensaciones físicas que experimentamos al estimular los genitales. En vez de recordar las cosas que nos cabrean, nos quedamos encantados con el hormigueo que sentimos y a medida que nuestro cerebro se desconecta de los fracasos y los exabruptos, nuestro cuerpo se relaja automáticamente.
Lo paradójico es que la meditación y la masturbación provocan efectos distintos respecto a la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la liberación hormonal, aunque lo cierto es que ambas practicas reducen el estrés y las tensiones y minimizan el dolor, por lo que parece que hay una superposición de efectos en ambos casos, en cualquier caso los científicos continúan investigando sobre el tema.
Pero debemos tener en cuenta que masturbarse con un clip de video de un minuto de ParisPorn con banda sonora de música machacona no cuenta como meditación consciente. Hay que tomarse su tiempo y realizarlo de forma tranquila, no se trata sólo de lo que sucede en nuestros órganos sexuales, sino de las sensaciones que emergen por todo nuestro cuerpo.
La conclusión de este artículo es que tenemos licencia para dedicarle más tiempo a la masturbación, por el bien de nuestra salud y equilibrio metal, por supuesto.