El origen de los signos del zodiaco

Muchas personas creen y le dan importancia al hecho de nacer bajo un signo zodiacal. Para ellas, cada horóscopo tiene unas características propias que pueden hacer que seamos de una manera u otra según hayamos nacido en un periodo u otro del año.

Seguro que alguien te ha preguntado alguna vez qué signo del zodiaco eres. Seguro que también te han hablado de la compatibilidad que tú tienes con otro signos e, incluso, te has sorprendido consultando en alguna revista o en las redes sociales, qué tal te va a ir la salud, el dinero y el amor en una semana determinada.

Hay toda una cultura, un universo y un negocio en torno al horóscopo, pero sabes cuál fue el origen de esta creencia popular. La astrología ha dado forma a las civilizaciones durante siglos, desde los sacerdotes babilonios hasta los emperadores romanos.

Orígenes

Varios experto en el mundo antiguo datan el origen del horóscopo en la antigua Mesopotamia. En el segundo milenio a.C., en la ciudad de Babilonia, las estrellas y los planetas se utilizaban para interpretar los presagios de los dioses.

Los sacerdotes babilonios eran capaces de predecir cómo afectarían los cuerpos celestes a la sociedad, especialmente al rey y al Estado. Así lo demuestra el Enuma Anu Enli, 70 tablillas cuneiformes que contienen unos 7000 presagios celestes.

Aunque, los babilonios desarrollaron los 12 signos astrológicos, fueron los antiguos griegos quienes dieron a estos 12 signos estelares el nombre de constelaciones y los vincularon a fechas concretas en función de su alineación con la órbita solar.

Estos signos son: Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpio, Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis. Además, "zodíaco" tiene su origen en la frase griega zōdiakos kyklos, que significa "círculo de animales".

Así, la astrología babilónica se fusionó con las prácticas adivinatorias griegas. Esta mezcla condujo al desarrollo de los horóscopos más personalizados tal y como los conocemos hoy en día.

Por su parte, Claudio Ptolomeo, astrólogo y astrónomo de Alejandría, sentó las bases de la astrología occidental en su texto Tetrabiblos. Aquí se originó el concepto de horóscopo personal, o la idea de que las personas pueden leer e interpretar las estrellas para aprender sobre sus propias vidas.

Calendario romano del siglo I.

La Edad Media y las búsquedas alquímicas

Durante la Edad Media, la astrología estaba muy extendida e influía notablemente en las decisiones cotidianas. Jugó un papel crucial en el desarrollo de la alquimia, precursora de la química.

En la Europa del siglo XIV, los astrólogos eran habituales en las cortes reales, donde proporcionaban regularmente horóscopos personales a los monarcas. Sin embargo, la reputación de la astrología cambió durante los juicios por brujería del siglo XV en Inglaterra, donde se asoció con la hechicería y el paganismo y los monarcas empezaron a sentir rechazo por estas prácticas.

Entrados en el Renacimiento, resurgió el interés general por la astrología a nivel personal y filosófico. Floreció la práctica privada de la astrología y esto llevó a la creación de cartas y calendarios astrológicos.

The Alchemist, de Pieter Brueghel.

La era de los horóscopos modernos

A causa de la Revolución Científica a la que siguió el llamado Siglo de las Luces, a finales del siglo XVII, la astrología apenas se practicaba. Los horóscopos personales no resurgieron en la historia moderna hasta principios del siglo XX, con la aparición de la columna periodística de horóscopos.

Fue en 1930, cuando el Sunday Express publicó un horóscopo de cumpleaños para la princesa Margarita, escrito por el destacado astrólogo británico R.H. Naylor que utilizó una carta astral natal para predecir el destino de la princesa.

En general, las cartas astrales natales utilizan la fecha, la hora y el lugar de nacimiento para crear una instantánea del cielo desde el mismo momento en que se nace. El análisis de la carta proporciona información sobre los rasgos, la personalidad y la trayectoria vital de una persona.

El éxito de público que tuvo la carta astral de Margarita, hizo que Naylor empezara a escribir una columna semanal titulada Lo que predicen las estrellas en la que hacía "predicciones" basadas en los horóscopos y en los cumpleaños que caían en una semana determinada.

Horóscopo de la revista Vogue.

A raíz de este hecho, periódicos estadounidenses, como el Boston Globe, también empezaron a publicar columnas de horóscopos. En la década de 1980, muchos periódicos establecieron líneas telefónicas de astrología que permitían a los lectores llamar y recibir una lectura personalizada del horóscopo.

Actualmente, hasta pensadores, filósofos y psicólogos de la talla de Carl Jung han sugerido que la astrología proporciona un lenguaje para comprender los patrones universales de la experiencia humana.

Creas o no, los signos zodiacales y la astrología son como una religión para muchas personas que necesitan creer en algo que no sea puramente terrenal o científicamente demostrable. No hay nada de malo en encontrar un refugio ante lo impredecible de la vida, aunque esté mucho más allá de las estrellas.

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