Poema de la amistad

Poema de la amistad atribuido a Jorge Luis Borges

Los amigos son esa familia que elegimos para recorrer el camino de la vida. Hay amistades fugaces, amistades de la infancia, amistades para toda la vida.

La amistad es un concepto enorme, maravilloso y tan difícil de abordar, que nos cuesta hacerlo con unas palabras. Os dejamos pues, con esta maravilla de poema atribuida a Borges sobre la amistad, uno de los amores más puros y sublimes que existen.

Poema de la amistad

Poema de la amistad Jorge Luis Borges

No puedo darte soluciones para todos los problemas de la vida, ni tengo respuestas para tus dudas o temores, pero puedo escucharte y compartirlo contigo.

No puedo cambiar tu pasado ni tu futuro.
Pero cuando me necesites estaré junto a ti.

No puedo evitar que tropieces.
Solamente puedo ofrecerte mi mano para que te sujetes y no caigas.

Tus alegrías, tus triunfos y tus éxitos no son míos.
Pero disfruto sinceramente cuando te veo feliz.

No juzgo las decisiones que tomas en la vida.
Me limito a apoyarte, a estimularte y a ayudarte si me lo pides.

No puedo trazarte límites dentro de los cuales debes actuar, pero sí te ofrezco el espacio necesario para crecer.

No puedo evitar tus sufrimientos cuando alguna pena te parta el corazón, pero puedo llorar contigo y recoger los pedazos para armarlo de nuevo.

No puedo decirte quien eres ni quien deberías ser.
Solamente puedo quererte como eres y ser tu amigo.
En estos días oré por ti…

En estos días me puse a recordar a mis amistades más preciosas.
Soy una persona feliz: tengo más amigos de lo que imaginaba.

Eso es lo que ellos me dicen, me lo demuestran.
Es lo que siento por todos ellos.
Veo el brillo en sus ojos, la sonrisa espontánea y la alegría que sienten al verme.

Y yo también siento paz y alegría cuando los veo y cuando hablamos, sea en la alegría o sea en la
serenidad, en estos días pensé en mis amigos y amigas, entre ellos, apareciste tu.

No estabas arriba, ni abajo ni en medio.
No encabezabas ni concluías la lista.
No eras el número uno ni el número final.

Lo que se es que te destacabas por alguna cualidad que transmitías y con la cual desde hace tiempo se ennoblece mi vida.

Y tampoco tengo la pretensión de ser el primero, el segundo o el tercero de tu lista.
Basta que me quieras como amigo.
Entonces entendí que realmente somos amigos.

Gracias por ser mi amigo.

Este poema se atribuye a Borges, aunque la realidad es que la propia viuda del escritor, María Kodama, junto con su abogado Fernando Soto, negaron públicamente que el poema fuera de su autoría. Varios medios de comunicación, como The Guardian (Reino Unido) y el diario ABC (España), también informaron sobre ello.

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