Este pasado dos de abril se anunció la muerte de Ryuichi Sakamoto, uno de los grandes músicos de los últimos tiempos.
La obra de Sakamoto es de los más variopinta y estimulante que se puede encontrar en épocas recientes, caracterizándose por oscilar entre la experimentación y el regreso a lo clásico.
Sakamoto fusionó de manera elegante (y a veces invisible) la música tradicional japonesa con la música de otras latitudes, creando sonidos futuristas, a veces satíricos. Sus influencias tempranas fueron Bach y Debussy, pero abrevó también del jazz e incluso de la música africana.
Su trabajo como compositor de música para cine alcanzó grandes momentos, en películas como Merry Christmas Mr. Lawrence (1983) The Last Emperor (1987), Little Buddha (1993), y The Revenant (2015). Particularmente la música de Merry Christmas Mr. Lawrence, película en la que actúan el mismo Sakamoto y David Bowie, es una obra maestra y su track principal Forbidden Colours, una delicada joya de melancolía feliz, que evoca un poco a Satie, y que fue quizá la canción más famosa de Sakamoto. Su amor por el cine dio fruto también con el proyecto homenaje a Tarkovsky, async.
El compositor japonés recibió múltiples honores, incluyendo un Óscar, un Grammy y la Orden de las Artes y las Letras del Ministerio de Cultura francesa.
La música de Sakamoto se distingue por experimentar lúdicamente con diversos estilos musicales, pero manteniendo siempre un tono de serenidad contemplativa. Colaboró con aristas como David Sylvian o Adrian Belew y formó la Yellow Magic Orchestra.
Su música ha sido enormemente influyente: su composición Technopolis pudo haber sido uno de los detonadores en la creación del techno y su canción Behind the Mask fue objeto de covers de artistas como Micheal Jackson y Eric Clapton.
Su disco B-2 Unit fue otro parteaguas, y algunos lo consideran una importante influencia en los inicios del electro. Sakamoto tuvo un importante periodo en el que regresó a la música clásica y otro más en el que se inclinó hacia el ambiente.
En todos los casos, el compositor mantuvo siempre el toque especial de un auténtico maestro cosmopolita.
Gracias a Pijama Surf.