Recientemente hemos tenido la suerte de asistir a MIRA Festival 2024, y sin duda ha sido una experiencia completa y emocionante. Este festival, que siempre ha destacado por ofrecer una programación innovadora en arte digital y música electrónica, se supera cada año.
Sin embargo, lo que más nos ha sorprendido es cómo MIRA Festival logra atraer a un público tan diverso: familias, niños, jóvenes y adultos todos disfrutando juntos de esta celebración del arte y la tecnología. Fue realmente inspirador ver cómo cada persona, independientemente de su edad, encontraba algo que le fascinaba en este evento.
Desde el primer instante, la atmósfera es envolvente. Las instalaciones audiovisuales, diseñadas especialmente para cada escenario, no solo captaron la atención, sino que lograron sumergirnos en una experiencia sensorial bastante única. Algunos de los conciertos en vivo contaron con espectáculos visuales combinando luces, colores y proyecciones que transformaban la música en algo más que sonido.
Los artistas no solo interpretan su música, sino que la acompañan con un despliegue de creatividad visual que te hace sentir como si estuvieras dentro de una obra de arte en movimiento.
MIRA Festival es verdaderamente para todos. Ver a familias disfrutando de las actuaciones, con niños que observaban fascinados las luces y colores, fue uno de los aspectos más especiales del festival. La organización ha logrado que este evento no solo sea atractivo para los amantes de la electrónica y el arte digital, sino también para cualquier persona que quiera pasar un buen rato y descubrir algo nuevo.
Una de las experiencias más impresionantes fue la instalación ECHO, creada por el estudio creativo VPM en colaboración con Cultura inquieta. Esta obra, ubicada en el corazón del festival, nos dejó sin palabras: luces, sonidos y reflejos que interactuaban en perfecta armonía para sumergirnos en un mundo casi irreal.
A medida que explorábamos ECHO, el espacio parecía transformarse, y cada paso revelaba una nueva dimensión. Esta instalación fue un punto de encuentro para todos los asistentes, un lugar donde se podía observar a los niños con los ojos muy abiertos y a los adultos absortos en la experiencia.
Además de ECHO, los conciertos en vivo estuvieron acompañados de espectáculos visuales que lograban hacer tangible la música. Las proyecciones y juegos de luces creaban un entorno mágico, un arte en movimiento que complementaba cada actuación y nos hacía sentir parte de algo especial.
MIRA Festival 2024 ha sido una experiencia redonda, accesible y enriquecedora para todos y repetiremos seguro. Definitivamente, una cita imprescindible para quienes buscan vivir el arte desde una perspectiva diferente y con todos los sentidos.