Dejar huella o no dejarla en la vida es una decisión que debemos tomar a diario. Ya no sólo cuando las tomamos en momentos importantes, si no en los pequeños gestos cotidianos, como cuando vamos a hacer la compra, nos duchamos o viajamos.
Dejar huella positiva es un acto de generosidad para el futuro próximo y las generaciones por venir.
“Aunque todos podamos extinguirnos, todavía podemos dejar nuestra huella en la arena”.
Dr. Seuss.
Cuando viajamos, sentimos que crecemos personalmente; por ello, debemos hacerlo con conciencia y escoger un medio de transporte que se alinee con nosotros como personas y nuestras creencias. Escoger un coche eléctrico es una declaración de intenciones: revoluciona la forma en que nos movemos y es una opción más sostenible.
Cuando viajamos, al igual que cuando conducimos, tenemos que generar un impacto positivo. En esta revolución de dejar huella positiva, la marca de automóviles Smart define en su nuevo mantra que “el mañana es nuestro”, pero también es de las generaciones futuras, del por venir.
Smart entiende los desafíos únicos de la vida urbana y está comprometido a crear un futuro urbano más inteligente, más ecológico, más conectado y más humano. Por eso, sus coches están diseñados siguiendo procesos de fabricación ecológicos y usando materiales sostenibles.
Los vehículos eléctricos como los de Smart han emergido como el cambio de paradigma indiscutible en el futuro de la automoción, marcando un giro significativo hacia la sostenibilidad, la eficiencia energética, el diseño y la buena praxis.
Así, los automóviles de la línea eléctrica Smart #1 cuentan con una autonomía de 440 kilómetros y la posibilidad de carga rápida, garantizando que nuestras aventuras en la ciudad y carretera sean prácticamente ilimitadas.
Para redefinir la forma en la que viajamos, el futuro está en apostar por la movilidad eléctrica y sostenible con Smart.