Como hacemos al amueblar nuestras casas reconvirtiendo viejos muebles o dando nuevas funcionalidades a cosas que tenían otros propósitos en su origen, el mobiliario urbano también puede ser un mundo abierto a infinitas posibilidades.
Así se ha demostrado en Dinamarca donde han reconvertido palas de viejos aerogeneradores en aparcamientos para resguardar las miles de bicicletas que usan los ciudadanos, del sol o la lluvia.
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El país europeo está muy concienciado con el cambio climático y, en los últimos años, ha tratado de cambiar su consumo energético apostando por las energías renovables.
Una de las opciones más populares es la energía eólica que, junto con la energía solar, ha producido más de la mitad de la electricidad de Dinamarca, convirtiendo los aerogeneradores en un elemento recurrente de su paisaje nativo.
Sin embargo, el mayor de los inconveniestes es el reciclaje de palas de aerogeneradores fuera de servicio. Debido a la fuerza que requieren las turbinas eólicas para funcionar correctamente, las palas están fabricadas con un compuesto de materiales que no suelen ser biodegradables y son difíciles de reciclar.
Se estima que para 2050 habrá casi 40 millones de toneladas de material de desecho de la industria eólica mundial que deberán eliminarse, pero varias empresas y grupos de investigación buscan formas más sostenibles de reciclar y reutilizar palas de turbinas fuera de servicio.
The Re-Wind Network ya han comenzado a reutilizar algunas palas desechadas como aparcamientos de bicicletas y estudian la forma de usarlas como pasarelas peatonales, parques de patinaje y barreras acústicas para el tráfico de carreteras y autopistas.
Además de estas ideas de reciclaje, otras empresas están encontrando formas de diseñar palas de turbinas eólicas que puedan desecharse de manera más eficiente y sostenible.
Siemens Gamesa, por ejemplo, ha desarrollado la primera pala de aerogenerador reciclable del mundo para uso comercial. Estas hojas están hechas de un nuevo tipo de resina cuya estructura química hace que sea más fácil de romper y separar.
De momento, las turbinas eólicas reutilizadas como elementos de los paisajes urbanos ya parecen una solución muy buena para favorecer la sostenibilidad, mejorar las ciudades y ayudar al planeta.
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