La cremosidad de la bebida vegetal YOSOY Barista aguanta obras centenarias, como las reproducciones de cuadros del Museo Thyssen-Bornemisza que reproduce el barista Michael Breach a través de la técnica de creamart.
Los cafés son esos lugares en los que la vida se para y resurge al mismo tiempo. Una ciudad, por pequeña que sea, abre sus brazos a estos establecimientos cargados de historia y de historias.
Decir que el café es una bebida popular en todo el mundo es quedarse corto. Se calculan en miles de millones las tazas de café que se consumen diariamente en todo el mundo. Tan solo es superado por el agua como bebida más consumida.
El mundo se divide entre los que prefieren un vino y quienes no renuncian a la cerveza. Entre los defensores de la tortilla con cebolla y los ‘sincebollistas’. Los que necesitan alarmas para despertarse y los que se despiertan con los rayos de sol.
Pandemic Chill, Meteor Calm, Nuclear Detox, Mint Mindfire y Peace Invasion son los tipos de infusión que nos podemos preparar para recibir con los brazos abiertos- y muy relajados- el fin de los tiempos, el apagón universal, el acabó lo que daba.
Los cafés son los ventrículos que bombean la vida que hay en cada pueblo, en cada ciudad.
“El té es una religión del arte de la vida”, escribió alguna vez Kakuzō Okakura en El libro del té, un ensayo en torno al papel que juega esta bebida en la vida estética y espiritual de Japón.
Los pequeños detalles son los que marcan la diferencia y, cuando esos pequeños detalles, además, sirven para arrancarnos una sonrisa al día o hacer las rutinas menos grises, mejor que mejor.
Kangbin Lee es un barista coreano que hace increíbles diseños en la espuma del café. Su trabajo está dando la vuelta al mundo gracias al nivel de detalle presente en sus creaciones.
Para su nuevo spot publicitario, la marca finlandesa de café Paulig ha pedido al director y animador Lucas Zanotto que preparara una taza de café con un solo grano.