Desde que quedaramos absolutamente devastados por el incendio que sufrió Notre Dame, muchas son las noticias que nos llegan sobre donaciones hechas para los proyectos de restauración y reconstrucción de la emblemática catedral francesa.
Aunque somos más partidarios de recordar los símbolos y los iconos de la historia de nuestro continente tal y como fueron y tal y como han sufrido el paso del tiempo, muchos estudios de arquitectura se han apresurado en crear diseños vanguardistas para adaptar esta joya del gótico a los nuevos tiempos.
Imagen de Vincent Callebaut Architectures
Una de las propuestas más curiosas es la que ha diseñado Vincent Callebaut que busca reunir la ciencia, el arte y la espiritualidad para establecer una relación simbiótica más justa entre los seres humanos y la naturaleza.
Su diseño de vidrio, que deja pasar la luz y avistar el cielo desde el interior, se llama "Palingénesis", un nombre derivado de un término griego que significa "renacer", y tiene como objetivo unir la nave de la catedral, el techo y la nueva aguja; la sección triangular del edificio y los tejados inclinados de 55 grados se estiran gradualmente para formar la aguja vertical.
Imagen de Vincent Callebaut Architectures
La estructura se levantaría con vigas de madera laminada cruzadas con listones de fibra de carbono; el objetivo principal de este entremado, es buscar transparencia ya que, como Callebaut explica, "La transparencia, el intercambio y la apertura al desarrollo de nuestra sociedad, son las ideas transmitidas por este nuevo bosque diáfano de Notre Dame, que describe la nueva cara de la iglesia en el siglo XXI".
Imagen de Vincent Callebaut Architectures
La vanguardista propuesta de Vincent, además tiene una finalidad implicada con la sostenibilidad; la restauración de la catedral, transformaría el edificio en una estructura de energía positiva que produciría más energía de la que consumiría.
El moderno techo tridimensional de vidrieras góticas producicría la electricidad, el calor y la ventilación que la catedral necesitaría al combinar sistemas pasivos y energías renovables avanzadas.
Imagen de Vincent Callebaut Architectures
La nueva cubierta, lejos de producir un efecto invernadero, está compuesta de cristales hechos de carbono, hidrógeno, nitrógeno y oxígeno, que absorberían la luz y la transformarían en energía.
Esta energía, almacenada en celdas de combustible de hidrógeno, se redistribuirá directamente en toda la catedral y las escamas cristalinas de la estructura se abrirían para permitir un flujo de aire natural hacia la parte superior de la aguja que funcionaría como una chimenea accionada por el viento.
Imagen de Vincent Callebaut Architectures
Callebaut explica, "Abogamos por un proyecto ejemplar en ingeniería ecológica que se sienta fiel a su época [...] economía circular, energías renovables, innovación social inclusiva, agricultura urbana, protección de la biodiversidad, sin olvidar la belleza y la elevación espiritual; nuestro proyecto de reconstrucción se nutre de dichos valores para brindar un significado profundo y consciente".
Concepto y estética se unen en un proyecto ambicioso que, aunque está lleno de buenas intenciones, no creemos que encaje con el espíritu de la capital francesa y convenza a todos aquellos que tiene todavía fresco el recuerdo de este icono único del viejo continente.
Imagen de Vincent Callebaut Architectures
Vicent Callebaut: Web