El varamiento de ballenas es uno de los fenómenos más desgarradores de la naturaleza que, por desgracia, suceden con más asiduidad de la que creemos.
A pesar de las investigaciones realizadas, el encallamiento de cetáceos en las costas sigue siendo todo un misterio. Lo más probable es que la acción del hombre y el cambio climático sean dos catalizadores alarmantes de esta problemática.
Ningún análisis es concluyente, pero los mamíferos más grandes del mundo suelen quedar atrapados en el litoral por causas naturales como la vejez o la enfermedad, por errores en su navegación, por solidaridad con otras ballenas o por graves heridas provocadas por las redes de pesca o las hélices de los barcos.
El escultor catalán Alan Pella quiere sensibilizar sobre este devastador fenómeno con su última pieza: Gloria. Se trata de una escultura de madera con forma de ballena azul cuya conmovedora historia comenzó tras el temporal Gloria.
La tempestad arrastró un tronco a la playa de Sa Riera en Begur, allí mismo en la arena el artista decide empezar la intervención escultórica que posteriormente remata en su taller de Barcelona.
El tronco dañado por los efectos del temporal está veteado de grietas naturales, que se han convertido en cicatrices de la propia ballena a base de rellenarlas de maderas de secuoya, iroko, tilo, pino y caoba, maderas que provienen de los continentes bañados por las aguas por las que navega el animal más grande del mundo.
Y es que Gloria, como muchas ballenas, está llena de historias y cicatrices que simbolizan su lucha diaria por sobrevivir en un planeta amenazado por el cambio climático (un desequilibrio provocado por el ser humano) y que Gloria combate con su equilibrio natural.
Alan Pella: Instagram