San Petersburgo es un paraíso arquitectónico que merece ser explorado. Eso es lo que ha debido pensar Volkova Darian al llevar a cabo este bonito proyecto fotográfico que une, con una naturalidad casi poética, el arte de la danza y la relación del individio con el medio que le rodea. En este caso, un medio no exento de decandencia y nostalgia.
Cada edificio elegido por la artista tiene su esencia e historia particular. Ha intentado integrar la figura de las bailarinas de manera que pudieran reflejar el alma de cada uno de ellos. Una delicia para los sentidos, un proyecto romántico dotado de gran elegancia y delicadeza, la misma que perservan estas viejas paredes.
via My Modern Met