La ilustradora francesa abre las puertas a un mundo que todos conocemos pero del que a veces se nos escapan los detalles más relevantes, como lágrimas en la lluvia.
Camille Deschiens explora su creatividad a través de papel y en tonos pasteles. Su prisma se enfoca en esos momentos cotidianos cargados de simbolismo. Los temas que aborda nacen en la intimidad de las habitaciones y en esos recodos donde habitan las emociones más profundas. De esta poderosa mezcla de elementos, surge un imaginario que nos permite observar nuestra vida con mayor conciencia y atención.
La artista destaca por su capacidad de capturar instantáneas de la vida, las mismas que se esconden en las grietas del día a día y, que a veces, dejamos de apreciar.
Gestos sencillos, momentos de intimidad, pero también temas delicados como la soledad y la depresión, interpretados con realismo sin prestar demasiada atención a la precisión estilística. Los contornos de las figuras están ausentes y se funden con el resto de la composición, convirtiéndose en uno.
Cada escena parece gritar que sólo existimos cuando ocupamos nuestro lugar en el mundo, porque somos nuestro mundo y nuestro mundo somos nosotros.
Camille Deschiens: Instragram