Machismo, precariedad laboral, violencia legítima del Estado, falta de oportunidades, anomia... No, no es la teoría de Durheim, aunque podría serlo perfectamente. Es una de las caras más visibles y dolorosas de la nuestra realidad, de uestro día a día.
Los vínculos humanos se debilitan en los confines de una sociedad líquida y eso bien lo sabe Óscar Escolano, un joven ilustrador y viñetista valenciano que tiene el don de hacernos pensar, que se dice pronto. Con una ilustración clásica, limpia y directa a la conciencia, Escolano transmite un discuro que tiende a una visión nostálgica de la realidad, una mirada sincera y comprometida con la búsqueda de la verdad.
La gran falta de oportunidades que ha paralizado a muchos jóvenes o que les ha obligado a abandonar su país para lograr una precariedad mejor remunerada en el extranjero. La dependencia y el aislamiento que sufren algunos jóvenes a causa del abuso ininterrumpido de las tecnologías, y como estás han modificado de lleno los vínculos sociales, haciéndonos creer que nuestra capacidad de representación es mayor, cuando al contrario, es menor y gran parte de las amistades o contactos que tenemos son interesados o ficticios.
Sí bien es también una herramienta tremendamente beneficiosa, también beneficia al consumo, al mercado y, por ende, a la sobresaturación de productos, así como de información, fomentando la confusión, aislando al individuo y representando cualquier tipo de acontecimiento como un espectáculo lúdico o publicitario.
Las viñetas apelan al sentido común, a no dejarse llevar por lo aparente y a buscar la verdad por uno mismo.