Gaku Azuma es un artista multimedia que tiene una larga relación con el mundo del arte japonés.
Su padre trabajaba sobre abanicos de papel tradicionales lo que le inspiró y le hizo abrir los ojos al mundo del arte. Siguiendo la tradición familiar, Azuma ha estado inmerso en la creación de sus propio mundo desde pequeño.
A lo largo de los años, ha continuado produciendo pinturas y ha realizado exposiciones mientras compaginaba su trabajo como director de arte.
En los últimos años, sin embargo, sus pinturas han volado de un papel en blanco para encontrar un nuevo lienzo en el cuerpo humano. Azuma comenzó a experimentar con pinturas corporales a comienzos del 2012. Afirmó que estaba fascinado por la experiencia de pintar sobre piel y que desde entonces está obsesionado con ella.
El cuerpo femenino con sus contornos, pliegues y recovecos suponen un reto no exento de pasión para el artista nipón. La tradición se vuelve a dar la mano, una vez más, con la sensualidad.
Lo divino y lo humano se funden en tinta y dermis, en placer y dolor. Como el yin y el yang, que son usados para representar o referirse a la dualidad que esta filosofía atribuye a todo lo existente en el universo.
Cada creación de Azuma representa dos fuerzas fundamentales opuestas y complementarias, que se encuentran en todas las cosas.
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