¿Es antes el arte o el artista? Una pregunta a la que nos enfrentamos cuando hablamos de Kike Garcinuño, un artista plástico cuyo carisma es capaz de volar sobre su propia obra y cuya obra le hace, más si cabe, brillar por estos caminos de la vida.
Nos asomamos al imaginario de Kike Garcinuño, un artista plástico al que la inquietud y la búsqueda de nuevas motivaciones han ido marcando sus pasos desde muy joven. A partir de ahí, un baile frenético de fechas y lugares, han ido configurando su mapa vital. Este periplo por el mundo, ha hecho que el artista se sienta parte de ningún sitio y de todos al mismo tiempo.
Si hay algo que te regala el viaje es el entendimiento en su máxima expresión de la palabra pluralidad y de las innumerables formas en las que en cada rincón del mundo se juega a esto de ser feliz en la vida.
Tras este viaje por los rincones del mundo, con sus íres y venires a Nueva York como segundo escenario de acción creativa, Garcinuño regresa a Madrid con la intención de buscar y darle forma a un lengiaje propio. Empieza así a reconocerse y a intentar entender su propia obra.
Pero, según nos confiesa Garcinuño, tener un TDH sin diagnosticar es lo mas parecido a intentar meditar en una fabrica de cacerolas, siempre hay un nervio que te incita a seguir caminando.
Ante la pregunta: ¿Cómo describirías tu obra a una persona invidente? Kike Garcinuño responde:
"Si tuviese que describir mi obra a una persona ciega, le pediría que quedásemos los dos en ese punto donde no se ve y se comienza a ver. Donde las formas fluyen aparentemente arbitrarias, buscando espacio, llenando sus pulmones, desnudas, batiendo colores a dos manos, con urgencia y prisa, para luego respirar al encontrarse con los brazos abiertos, al borde de un todo o de una nada.
Formas libres, sujetas con la estructura que conforma el CAOS, incluso con sus líneas rectas (que no suelen ser las más cortas), leídas en braille con las yemas de los dedos, buscando tantas texturas y matices, como los colores y la ausencia de ellos existan y sean necesarios, para encontrar equilibrio. Podríamos hablar de gritos y susurros con sus silencios o de una canción con dos compases, que por momentos se encuentras y desencuentra dependiendo de como no sintamos.
De velocidad y pausa. De búsqueda y encuentro, pues me considero una persona capaz de dar argumentos a cualquier gris medio. Amo el color blanco, aunque no lo parezca y jamás me veas vestido con él, pues el negro es mi color favorito para presentar mi atuendo. "
En Julio, Garcinuño sueña con volver a New York para retomar la expo que tuvo que cancelar a causa de la pandemia y por lo demás,confiesa estar tranquilo y trabajando mucho en varios encargos y proyectos, de los que aún solo puede compartir una inmesa alegría y la gran sonrisa que dibujan tanto a él, como en sui representante; Sara Zaldivar, apoyo fundamental para hacer de tanto trabajo, en este camino tan maravilloso, divertido y con el que seguir creciendo.
Colaboración con el diseñador de moda Carlos Luengo:
Kike Garcinuño: Instragram | Web