Dentro de cada casa, detrás de cada puerta y en los espacios que delimitan las paredes que protegen nuestra intimidad, se desarrollan microuniversos que gravitan a un ritmo diferente que el resto del mundo: las familias.
Las familias pueden ser unidas, disfuncionales, desestructuradas, monoparentales o (im)perfectas, pero lo que todos tenemos en común con respecto a ellas, es que no podemos elegirlas y es algo que condiciona mucho lo de tener o no tener suerte en la vida.
Los vínculos que desarrollamos con los nuestros, no siempre se sienten como un refugio o son sinónimo de felicidad indiscutible y amor incondicional; al menos, hay algo que aprendemos en la vida incluso antes que a querer; aprendemos a sobrevivir.
Y es por esos instintos de supervivencia que nos empujan a mejorar nuestras existencias, que todos tendemos a rodearnos de personas que sí elegimos, las que, de una manera u otra, se acaban convirtiendo en incondicionales e indiscutibles.
Estas diez películas que tratan sobre la familia que no elegimos, son para verlas con la familia que elegimos.
Cuentos de Tokio (Yasujirō Ozu, 1953)
De todas las obras maestras que conforman la filmografía de Yasujirō Ozu, este retrato que el director grabó con calma y delicadeza, sobre el conflicto que supone la vejez de nuestros padres y el no tener tiempo (o ganas) de ocuparnos de ellos, es la más maestra de todas.
Parasite (Bong Joon-ho, 2019)
La gran triunfadora de la gala de los Oscars de este año, venía de la mano de Bong Joon-ho en forma de trepidante thriller. Una historia sobre la lucha de clases y las diferencias sociales que nos hace empatizar con la ambición de dos familias totalmente opuestas.
The Royal Tenenbaums (Wes Anderson, 2001)
El genuino e inigualable Wes Anderson, nos introduce en el seno de esta familia disfuncional en la que la matriarca finge tener cáncer de estómago para reunir a toda su prole y dejar al descubierto los secretos y mentiras que componen sus vínculos.
Dans la maison (François Ozon, 2012)
La cinta más enigmatica de François Ozon, nos invita a entrar en un juego psicológico en el que no conocemos las maquiavélicas intenciones de su protagonista, un manipulador de manual obsesionado con escribir su propia historia.
The farewell (Lulu Wang, 2019)
Esta radiografía intimista y llena de buenas vibraciones que hace Lulu Wang de una familia tradicional china, es un paseo por una galería de sentimientos y folclore que nos rompe el corazón en cada latido.
"Todas las familias felices se parecen unas a otras; pero cada familia infeliz tiene un motivo especial para sentirse desgraciada" (Ana Karenina, León Tolstoi)
Volver (Pedro Almodóvar, 2006)
Probablemente una de las mejores cintas de nuestro manchego más universal, Volver es un canto a todas esas madres coraje que son auténticas heroínas a la sombra de un patriarcado que se desinfla por días.
The Squid and The Whale (Noah Baumbach, 2005)
The Squid and the whale, es Noah Baumbach en toda esa esencia que destila su cine, y es la historia de una pareja de snobs neoyorkinos que ven cómo les afecta su separación a los dos hijos que tienen a las puertas de la adolescencia y de la edad adulta.
Canino (Yorgos Lanthimos, 2009)
Es una de las distopías mordaces de Yorgos Lanthimos, el director griego más punky e irreverente. Imaginad que creciérais en el retorcido mundo que vuestros padres han creado para vosotros.
Nader y Simin (Asghar Farhadi, 2011)
Asghar Farhadi es único a la hora de poner a sus protagonistas en situaciones límites que sirven de punto de inflexión para crear toda una serie de conflictos morales y personales en sus personajes y en los espectadores.
Captain Fantastic (Matt Ross, 2016)
En esta fantástica cinta, Viggo Mortensen es el padre de una familia numerosa que educa a sus hijos en unos valores férreros, bajo unos métodos bohemios que los obliga a vivir en mitad de los bosques, lejos de la peligrosa sociedad de consumo.